Los nuevos rostros del tenis no son fugaces, se trata de una generación fuerte, decidida a trascender y que tiene todo para alcanzar y hasta superar antes de los esperado a los eternos Federer, Nadal y Djokovic, el Big Three del deporte blanco.
Lo que parecía imposible está a un año de que se haga realidad, me refiero al cambio generacional en el tenis de la Asociación de Tenistas Profesionales, mejor conocida como la ATP, pues después de acostumbrarnos a las hazañas y títulos de los mejores tenistas de la actualidad, no consideramos que el reloj nunca se detiene y los héroes con raqueta también tienen fecha de caducidad.
¿Quién ha imaginado encontrar un reemplazo a Rafael Nadal, a Novak Djokovic o a mismísimo Roger Federer? Me parece que es algo que muchos incluso, han querido negar, como arruga que se pule con cirugía plástica; si bien aún no hay quien los quite del pedestal, hay un grupo de tenistas jóvenes de menos de 23 años de edad que han sorprendido este 2019 y que también han puesto en aprietos a los grandes de este deporte.
Encabezados por Daniil Medvedev, de 23 años, Stéfanos Tsitsipas de 21, Alexander Zverev, de 22, Matteo Berrettini de 23 y Dominic Thiem de 26, se han encargado de grabar su nombre en los amantes del deporte blanco, a tal grado de que ya se consideran como los sucesores de los inamovibles tres caballeros, no solo por su juventud, sino por los duelos que han disputado y el nivel que han presentado en las diferentes superficies del tenis.
La grandeza del Big Three se puede analizar desde la manera en que le dan sentido a este deporte, la pregunta es: ¿podrá la nueva generación imponer estilo y apagar récords en los próximos años? Hay que recordar que Su Majestad, el suizo, Federer, es el más ganador de todos, un ejemplo para las mayorías por su característico juego cual ballet, sutil, elegante y contundente, lo que lo ha llevado a ganar 20 Grand Slams; hoy cuenta con 38 años.
Por otro lado tenemos a un guerrero todo terreno, Rafael Nadal, que cuenta con una rodilla sentida y testigo de grandes batallas, que más allá de su potente brazo izquierdo, su mayor fortaleza es su mentalidad espartana, es decir, que no se da por vencido; ha callado bocas e inspirado a multitudes, pues ha demostrado torneo tras torneo que a pesar de las lesiones aún tiene poder para arrancar el año como número uno y así lo hará.
El ídolo de Serbia, Novak Djokovic, cuenta con un estilo único, un ataque envidiable, como empate de dragón que impone y asusta con su manera de ir al frente, pero también por su forma de defender; Nole ha sido comparado en mil ocasiones con el mítico Andre Agassi, pero todas estas hazañas pronto quedarán cubiertas, pues los nuevos tenistas tocan la puerta.