POR MARTHA ROJAS
La casa de subastas Morton ofertó un
fragmento de la partitura que Jaime Nunó hizo del Himno Nacional Mexicano y que fue firmado por el propio compositor.
Con la reliquia también se vendió
una primera edición de la letra del canto al lábaro patrio, impresa en 1854. La letra fue escrita por Francisco González Bocanegra.
Los documentos cobran relevancia
puesto que son los primeros que aparecieron, luego de que la composición ganara un concurso que convocó Antonio López de Santa Anna y de quien contenía una estrofa que le ensalzaba, así como una que alababa a Agustín de Iturbide. Ambas finalmente fueron borradas.
El Himno Nacional Mexicano se interpretó por primera vez en público en
el Teatro Nacional el 15 de septiembre de 1854 sin la presencia de Santa Anna, por lo que no se consideró oficial hasta que se tocó, al día siguiente, frente a él.
En 1855, los liberales lograron derrocar a Santa Anna, por lo que el Himno
Nacional Mexicano dejó de tocarse, siendo hasta el mandato de Porfirio Díaz en que se interpretó en las ceremonias oficiales nuevamente. Finalmente, en 1943, fue oficializado mediante un decreto expedido por el entonces presidente Manuel Ávila Camacho y se convirtió en uno de los tres símbolos patrios, junto con la bandera y el escudo nacional.
Respecto a sus autores, al ser identificados con la fracción conservadora,
fueron perseguidos durante años. Jaime Nunó, de origen español, se exilió en Estados Unidos hasta su muerte y Francisco González Bocanegra se ocultó en un sótano, lo que le provocó la enfermedad que lo mató prematuramente.