La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) estimó que hacia 2060 el crecimiento potencial del Producto Interno Bruto (PIB) per cápita de México es de 1.5 por ciento, pero en un tiempo más cercano, hacia 2030, solo será de 1.1 por ciento.
Según las últimas proyecciones económicas a largo plazo de la OCDE, el crecimiento potencial del país es inferior al de otras economías emergentes como Turquía, estimado en 3.1 por ciento; Costa Rica, 2; Colombia, 1.6, o Chile, con un pronóstico de 1.4 por ciento.
Las estimaciones se dan en un contexto en el que la OCDE refirió que la pandemia de Covid-19 tiene un impacto grave en las posiciones fiscales del gobierno, y que ahora se proyecta que la deuda pública bruta en los países miembros sea de 20 a 25 puntos porcentuales del PIB más alto en 2022, de lo que hubiera sido sin la pandemia.
La OCDE añadió que, a largo plazo, el impacto fiscal directo de la pandemia palidece comparado con las presiones fiscales adicionales derivadas de tendencias seculares, como el envejecimiento de la población y el aumento del precio relativo de los servicios.
El organismo estimó que en la región el gasto en salud pública y atención a largo plazo aumente en 2.2 puntos porcentuales del PIB entre 2021 y 2060 y el de pensiones en 2.8 puntos porcentuales del PIB.
De acuerdo con Milenio, a esto se suman las presiones por el servicio de la deuda pública, que aumentó debido al coronavirus. En este contexto casi todos los miembros de la OCDE necesitarán una consolidación fiscal, que supone que las autoridades en la materia busquen estabilizar los índices de deuda pública en los niveles estimados a 2022 con ajuste en ingresos primarios estructurales de 2023 en adelante.
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