Un discurso memorable.
Demuestra el altísimo nivel de una las instituciones creadas entre todos los mexicanos durante la construcción de la democracia que hoy vivimos: la CNDH. Lo dio el Ombudsman Luis Raúl González Pérez ante el presidente el pasado 10 de diciembre.
Es un gran ejercicio intelectual rescatar algunos párrafos: Usted nos ha convocado a participar en la meta de su administración, la cuarta transformación del país, junto con la independencia, la reforma y la revolución en las que se luchó por abolir la esclavitud y alcanzar la soberanía nacional, el predominio del poder civil y la restauración de la República, así como la justicia y la democracia.
Las tres primeras transformaciones estuvieron marcadas por la división interna, violencia y confrontación fratricida. Éstas no deben ser las pautas de esta cuarta transformación, por el contrario, el ideal de fraternidad marca la necesidad de que este cambio se sustente en el reconocimiento y respeto de la dignidad humana.
Esta meta hace necesario que no se respete la pluralidad y el disenso, que no se debilite la institucionalidad precarizándola o haciéndola administrativamente inoperante. Que se respeten la Constitución y las leyes, como producto histórico de nuestras luchas y aspiraciones.
Los diferendos entre los Poderes de la Unión deben dirimirse en el marco de la Constitución y de sus leyes, no deben transformarse en confrontaciones que polaricen posiciones y dividan a las instituciones y a la sociedad. Sobre la necesidad de preservar y respetar la Constitución, así como el respeto a la importancia de los derechos, Benito Juárez dijo:
“Usaré todos los medios que caben en mis facultades para sostener ese código sagrado, cooperando al desarrollo de los principios humanitarios que contiene, a fin de que eche raíces profundas en los mexicanos y sea en lo sucesivo la salvaguardia de las libertades públicas la única bandera que sigamos para o someternos jamás a la voluntad caprichosa de ningún hombre”.
Es momento de que tomemos en serio los derechos humanos, de que comprendamos que los mismos son el único elemento en el que podemos sustentar los cambios que como país demandamos. Para lograr la meta de que alcancemos la legalidad y la justicia en la paz. Muchas gracias, señor presidente.
Preclaras palabras del Ombudsman (nueve días después del inicio de este gobierno). Sin embargo, existe una iniciativa de la “Oficina de la República para modificar el artículo 102, apartado B de la Constitución y eliminar a la CNDH.
La idea de la 4T es crear una “Defensoría del Pueblo” basada en el modelo del chavismo en Venezuela y bajo el argumento de que la CNDH ha tenido dependencia histórica al presidente de turno. Bueno, el Procurador también, y ahí Gertz Manero…
Quien depende del presidente.