Panamá se convirtió en el primer país de Centroamérica en prohibir las bolsas de plástico de un solo uso para tratar de detener el daño ecológico en sus playas.
El istmo se une a los más de 60 países que han prohibido, total o parcialmente, las bolsas de plástico que contienen polietileno, incluyendo a Chile y Colombia en la región.
Supermercados, farmacias y minoristas deben dejar de usar las tradicionales bolsas plásticas de polietileno, mientras que los almacenes mayoristas aún tendrán hasta 2020 para adecuarse a la norma aprobada en 2018.
"Me parece bien la medida porque así se evita seguir ensuciando las calles y la comunidad", comentó Victoria Gómez, una secretaria de 42 años en el centro de Ciudad de Panamá.
La nueva norma supone multas por incumplimiento, pero también permite el uso de bolsas plásticas por cuestiones de asepsia para alimentos crudos o insumos húmedos.
En las calles de Panamá se han colocado avisos con la frase "menos bolsas, más vida”, con lo que recuerdan a los transeúntes que hoy entró en vigencia la medida.
En la franja costera de Panamá es común ver kilómetros de desechos plásticos, principalmente cerca de barrios populares.
Naciones Unidas ha identificado la contaminación por plásticos, especialmente de las bolas, como uno de los mayores desafíos ambientales del planeta.
Anualmente se consumen en el mundo 5 billones de bolsas plásticas; más de la cuarta parte de los océanos están contaminados con bolsas que pueden tardar hasta cuatro siglos en descomponerse.
Con información de agencias