Estas cajas de color naranja guardan en su interior datos que pueden revelar fallas en el vuelo de aviones y que no precisamente deben de ser accidentes fatales.
Contienen un dispositivo de registro que graba el sonido ambiente y las conversaciones que se producen en la cabina durante un trayecto.
En su interior está el sistema CVR (Caben Voice Recorder) que graba digitalmente las dos últimas horas o treinta minutos del vuelo, con un sistema de microcircuitos con memoria flash encerrados en el bloque anti choque de la caja.
Generalmente está situada en la parte trasera de la aeronave para minimizar su impacto en caso de que ocurra un accidente.
En la actualidad, los aviones cuentan con dos cajas negras conformados por dos piezas separadas, con un registrador de voz de cabina y otro registrador de datos de vuelo.
Las unidades están equipadas con una baliza de localización submarina (underwater locator beacon, ULB) y se activan en el momento en que la grabadora toque el agua.
También graban las condiciones climáticas, altitud, velocidad dirección y aceleración vertical del vuelo, además del movimiento de las aletas individuales de las alas.
Redacción Contra Réplica.
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