Para “guerra” con EU, Maduro tiene armas pero no soldados

POR MARTHA COTORET

Vehículos blindados, sistemas antimisiles de última tecnología, aviones caza bombarderos… todos son parte del arsenal que tiene Nicolás Maduro a su disposición. Desde su llegada al poder, en 1999, el chavismo invirtió tres mil 850 millones de dólares en la compra de armas rusas y chinas, revela el Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo (SIPRI, por sus siglas en inglés), que hace una radiografía del flujo de armas en el mundo.

▶ “Siempre tenemos planes para el desarrollo de la colaboración, con la idea de mejorar la defensa aérea, artillería, cohetes… Siempre iremos hacia adelante.

A Venezuela llegarán las armas más modernas del mundo”, presumía Maduro en enero de este año.

Y es cierto. Según SIPRI, la nación sudamericana tiene el parque más poderos de América Latina, sin embargo, la falta de mantenimiento y de personal capacitado juegan en contra de Maduro a la hora de enfrentar una intervención militar, alertan especialistas.

Por ejemplo, Venezuela compró 24 cazas Sukhoi Su-30MK2, de fabricación rusa, pero no se sabe cuántos de ellos están operando. “Cada vez hemos visto menor disponibilidad, y en 2016 deberían haber mandado a Rusia a los aviones para reacondicionar y no lo hicieron. En el contexto de una crisis interna y ante la salida de personal, es posible que se concentren en unos pocos aviones y pilotos entrenados”, explicó a Infobae Andrei Serbin Pont, director de investigaciones de la Coordinadora Regional de Investigaciones Económicas y Sociales (CRIES).

Los 192 tanques T-72B1 también presentan fallas, pues los que compró el gobierno chavista no son nuevos. Serbin Pont aseguró que son parte de un lote fabricado en la década de los 80 y que llegaron a territorio sudamericano con problemas en los motores y el consumo de aceite. “No han recibido mantenimiento y les falta el sistema de visión térmico, vital en una guerra”, alertó el especialista.

La preparación de las Fuerzas Armadas es otra limitante. Según el reporte de Global Fire Power, Venezuela es el único que tiene 12 sistemas de lanza cohetes BM- 30 Smerch en América Latina. Cada uno cuenta con 16 misiles balísticos tácticos, cuyo alcance puede llegar hasta los 100 kilómetros, pero el rango más común es entre 20 y 70 kilómetros, pero no hay quien los opere.

De allí que el Kremlin abriera el pasado viernes un centro de formación militar para pilotos en Venezuela. “Las capacidades de ese centro permitirán a los pilotos venezolanos recibir una formación completa sobre el funcionamiento y utilización de los helicópteros Mi-17V-5, Mi-35M y Mi-26T en condiciones cercanas a la realidad”, indicó Viacheslav Davydenko, un portavoz de Rosoboronexport a la agencia rusa Interfax.

“Sólo les damos mantenimiento”.

Los especialistas militares rusos que se encuentran en Venezuela están efectuando labores de mantenimiento a equipos que habían sido suministrados anteriormente al país, informó ayer el ministro ruso de asuntos exteriores, Serguéi Lavrov.

“Hemos explicado qué están haciendo nuestros militares en Venezuela. Trabajan allí de manera absolutamente legítima y efectúan el mantenimiento de equipos suministrados previamente bajo un acuerdo intergubernamental que fue ratificado por el Parlamento venezolano y cumple totalmente con la Constitución de Venezuela”, informó en un programa de la cadena de televisión Rossiya 1.

El pasado viernes el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso aseguró que no tiene ningún contingente militar en Venezuela ni está realizando operaciones militares en el país suramericano. “No se trata de ningún contingente militar y por tanto, son totalmente infundadas las afirmaciones de que Rusia está realizando operaciones militares en Venezuela”, afirmó la portavoz de Lavrov, María Zajárova, en un comunicado.

Recalcó que los rusos que recientemente llegaron a Caracas son “especialistas en la cooperación técnico-militar”.

El jueves pasado Zajárova indicó en su rueda de prensa semanal que la presencia de esos militares en Venezuela era legítima y que permanecerán en el país el tiempo que sea necesario.