Pemex se encuentra en quiebra técnica, IMCO

Pemex está en quiebra técnica. “A lo largo de la última década, Pemex no ha sido capaz de generar los recursos suficientes para financiar su gasto operativo y de inversión, así como para hacer frente al costo financiero de su deuda y a sus obligaciones fiscales. Desde 2009 los gastos de la petrolera, denominada empresa productiva del Estado desde 2014, “han sido mayores a sus ingresos, por lo que se ha visto obligada a contratar más deuda: sus obligaciones financieras crecieron 113 por ciento en términos reales al pasar de 631 mil 850 millones de pesos al cierre de 2009 a 2 billones de pesos al 30 de junio de 2019”.

En el documento Diagnóstico IMCO: Rentabilidad de Pemex para el bienestar de México, el instituto para la competitividad asegura que

▶ “la extracción de crudo, su negocio más rentable, va en declive desde hace más de 10 años. Entre diciembre de 2003 y junio de 2019 la producción de petróleo se redujo a la mitad, al pasar de 3.5 a 1.7 millones de barriles diarios”.

Investigadores del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) señalan que las recientes decisiones de reducción y cambio en la perspectiva de la calificación crediticia de la petrolera evidencian la gravedad de la situación: Pemex puede convertirse en el emisor corporativo de bonos basura o sin grado de inversión más grande del mundo.

“Se propone cancelar la construcción de la refinería de Dos Bocas. En caso de construirse, esta refinería se debe establecer como una empresa independiente a Pemex, con el objetivo de negociar un contrato colectivo que le permita aumentar sus niveles de productividad y rentabilidad”.

En este contexto, el Gobierno Federal se ha propuesto que entre 2019 y 2022 se incremente el flujo de efectivo de la empresa en 455 mil 887 millones de pesos (23 mil 499 millones de dólares) mediante cuatro mecanismos principales: aportaciones de capital, apoyos fiscales, prepago de pagarés y apoyo en la estrategia de combate al robo de combustible.

A lo que el IMCO pregunta: ¿Vale la pena que los mexicanos rescatemos a Pemex? “Sí, por las implicaciones sistémicas que tendría su quiebra sobre la economía y las finanzas públicas del país (solo en 2018 Pemex pagó impuestos directos e indirectos, derechos y aprovechamientos al Gobierno mexicano por un total de 932 mil 825 millones de pesos)”.

Aunque hay que tomar encuenta, se advierte en el documento, los apoyos financieros planteados tienen que estar acompañados de cambios sustanciales en la operación y gestión de la empresa.

El nuevo Plan de Negocios de Pemex utiliza supuestos optimistas y se perfila como el segundo paquete de ayuda más ambicioso de la última década.

IMCO propone que “un elemento central del rescate del Gobierno Federal a Pemex sea condicionar los apoyos propuestos a cambio de la implementación de una serie de ajustes estructurales en la empresa que garanticen su viabilidad y su contribución al bienestar de todos los mexicanos”.

Para lo cual se debe reformar su gobierno corporativo para que su consejo de administración cuente con perfiles profesionales, independientes y sin conflicto de interés entre quien dicta la política energética y quien la ejecuta.

El Consejo de Administración de Pemex debe funcionar como el de cualquier otra empresa pública al separar los objetivos políticos del país de las necesidades estratégicas de negocio de la empresa. Plantear la posible generación de un paquete de acciones de la empresa puestas a disposición del público inversionista en mercados bursátiles.

Sugiere que el Estado “sea dueño, por ejemplo, del 33 por ciento del negocio, el sindicato de otro 33 por ciento y el público en general del 33 por ciento restante, a través de emisiones bursátiles (limitando la tenencia accionaria a ciudadanos mexicanos).