Nación
POR JONATHAN BAUTISTA
Con los votos del PRI, PRD y PAN en contra, el pleno de la Cámara de Diputados avaló ayer los ajustes que hizo el Senado a la Ley Federal de Austeridad Republicana para aplicar una restricción de 10 años a los altos mandos del Gobierno para emplearse en el sector privado.
“La reforma sepulta la profesionalización y va en detrimento de los servidores, además hay simulación porque también puede haber corrupción o conflicto de interés de funcionarios que llegan de la IP al servicio público”, dijo el perredista Antonio Ortega y el priista Fernando Galindo alertó que de por sí, ya hay una desbandada de servidores y la calidad de los que se van a quedar “será muy mala”.
Originalmente, los diputados habían establecido un periodo de cinco años y la medida sería para todos los servidores. En el Senado se acotó la disposición a mandos superiores, pero se amplió el plazo a 10 años.
Pese a las críticas y advertencias de la oposición de que es una medida inconstitucional, excesiva y que afectará la calidad del servicio público, la mayoría avaló en lo general el dictamen, con 321 votos a favor, 124 en contra y una abstención.
"Los servidores comprendidos en los grupos jerárquicos de mando superior a que se refiere el Manual de Percepciones previsto en la ley que por cualquier motivo se separen de su cargo, no podrán ocupar puestos en empresas que hayan supervisado, regulado o respecto de las cuales hayan tenido información privilegiada en el ejercicio de su cargo público, salvo que hubiesen transcurrido al menos 10 años", cita la reforma aprobada.