Policía de Maduro deja ciego a un joven que reclamó escasez de gas

Rufo Chacón Parada, de 16 años, salió en la madrugada de ayer a buscar gas junto con su hermano y su madre. Su familia es una de miles que se enfrenta al desabasto de este combustible desde al menos hace dos años en el estado fronterizo Táchira, que colinda con Colombia. Les habían dicho que el servicio se reanudaría ayer después de seis meses sin gas; en cambio, el joven de 16 años perdió la vista tras recibir disparos de perdigones en el rostro.

▶ “Estábamos parados tranquilamente, haciendo la fila… Llegó la policía corriendo. Nos quedamos tranquilos porque no estábamos haciendo nada, no teníamos palos, ni piedras, nada… sólo un tanque de gas”, contó a la televisora NTN24 Adriana Parada, la madre de Rufo.

“Ellos nos empujaron, nos golpearon y a mi hijo, que había ido a buscar el tanque de gas para llevárnoslo a la casa, la policía le disparó en la cara. Me fui a ayudar al de 14 años, al que le estaban golpeando en la cabeza, cuando vi que se lanzaban sobre el mayor. Un policía le disparó primero; otro lo remató cuando estaba en el suelo”, detalló Parada.

De acuerdo con el reporte médico, Rufo se quedó sin anatomía ni morfología de los globos oculares. “Perdió sus ojos debido a los impactos de perdigones que le propinó a quemarropa un funcionario policial irresponsable”, expresó Juan Carlos Palencia, diputado al Consejo Legislativo de esa entidad.

Pese a que la alcaldía de San Cristóbal, donde ocurrieron los hechos, es gobernada por un opositor, la policía regional fue intervenida por las fuerzas de seguridad del estado Táchira, bajo las riendas del gobernador chavista, José Gregorio Vielma Mora desde octubre de 2017.

Tras anunciar la detención de Javier Useche Blanco y Henry Ramírez Hernández, agentes de Politáchira, el fiscal general chavista Tarek William Saab reconoció que los elementos violaron los DH del joven.

“El Ministerio Público garantiza que ambos funcionarios serán severamente sancionados ante la violación de derechos humanos cometida en contra del precitado adolescente y su hermano de 14 años de edad, quien también fue lesionado en dicha concentración”, escribió en Twitter.

“Ya basta. Esto le ha pasado más de uno. Mi hijo se graduaba ahorita de la prepa. Los que lo hicieron no lo van a pagar. ¿Por qué le tenían que disparar en la cara? ¿qué les hizo él? Es un niño que ni sale de la casa, muy inteligente. Mi hijo se quiere morir, me le arruinaron la vida”, aseguró Parada.

Pese a ser el país con las mayores reservas probadas de petróleo del mundo, en Venezuela escasea el combustible y en muchos lugares la falta de gas lleva a cortes de vías.

El acto de represión generó la condena de la oposición, al interior de Venezuela, y de la comunidad internacional. “No nos acostumbraremos, no dejaremos de llamarlos asesinos. No nos acostumbramos con Geraldine, ni con Albán, ni con Acosta Arévalo, ni lo haremos con el sádico acto en contra de los ojos de Rufo Chacón que tampoco se acostumbró a vivir sin gas en un país que tenía de sobra”, tuiteó el presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó.

Y el secretario general de la OEA; Luis Almagro, también reaccionó: “Condenamos el cobarde atentado contra Rufo Chacón, ciego por exigir pacíficamente sus derechos. El usurpador ordena represión inhumana a su pueblo. Exigimos justicia para Rufo y democracia para Venezuela y todos los venezolanos”, escribió ayer en su cuenta de Twitter.

Venezuela recibió la semana pasada la visita de la alta comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet. La expresidenta chilena denunció secuestros y homicidios perpetrados por miembros de las fuerzas de seguridad.

Durante su visita, el presidente Maduro afirmó su compromiso “para que en Venezuela prive un sistema de derechos humanos cada vez mejor”.