Políticas menos predecibles, el riesgo negativo de México

La agencia Moody's recortó su panorama global de calificación soberana para el próximo año a "negativo" desde "estable", al apuntar a un escenario político impredecible que desacelerará el crecimiento e incrementará los riesgos económicos o turbulencias financieras.

Moody's, que ya lanzó advertencias de recortes en la calificación para Reino Unido, Sudáfrica, India y México, publicó que había tres factores principales que sustentan su decisión, entre éstas la incertidumbre geopolítica y la guerra comercial entre Estados Unidos y China que debilitarán a las economías abiertas y exportadoras de materias primas..

Para México, que ostenta la calificación A3 (grado medio-alto, sujeto a “bajo riesgo crediticio” con elementos que sugieren posible deterioro a largo plazo) con perspectiva negativa, este panorama es el resultado de "unas políticas cada vez menos predecibles y la creciente dependencia que tiene Pemex del apoyo gubernamental".

El más reciente análisis de Moody’s refiere que aún están por verse las implicaciones que tendrán los cambios en la dirección de las políticas públicas efectuadas por la administración de Andrés Manuel López Obrador; donde se observa un "contraste" entre una postura fiscal conservadora y una retórica populista.

La calificadora explica que este panorama negativo se extiende a todas las regiones analizadas por Moody's, incluyendo Reino Unido y Europa, dada la incertidumbre y la debilidad institucional que se ha generado por el Brexit.

La firma realizó un análisis de los dos principales problemas que afectarán a las economías del mundo en los siguientes 12 a 18 meses, que son riesgos geopolíticos y disputas comerciales.

Los analistas de Moody's aseguran que existe un "tono populista" está presentándose en muchos países del mundo, y éste ha afectado la efectividad de las políticas públicas y debilitando la fortaleza de las instituciones, lo que implica riesgos sociales y de gobernanza. "La erosión del consenso geopolítico se ha reflejado en crecientes tensiones políticas domésticas, particularmente -aunque no exclusivamente- en las democracias occidentales". Estas tensiones tienen en común, según la calificadora, las implicaciones dañinas para la efectividad de las instituciones encargadas de las políticas públicas.

La atmósfera cada vez más compleja también puede dañar las instituciones nacionales y globales, que junto con un crecimiento menor, eleva la probabilidad de que surjan crisis pero disminuye la capacidad para afrontarlas.

"En un ambiente impredecible, los riesgos al crecimiento y el panorama para el crédito están inclinados a la baja", publica Moody's en un reporte sobre el conjunto de los 142 países para los que emite calificaciones soberanas y que representan 63.2 billones de dólares en deuda gubernamental.

"Hay algunos pocos puntos positivos y un riesgo creciente de resultados negativos", añadió. "La política impredecible crea atmósferas financieras y económicas impredecibles".

Aunque el ejemplo más evidente es la disputa comercial entre Estados Unidos y China, las tensiones que disminuyen el potencial de crecimiento económico se han incrementado en el Golfo Pérsico, entre India y Pakistán, y a lo que se suma el intrincado proceso del Brexit.

Los efectos directos de estas situaciones -por ejemplo, el impacto de los incrementos de los aranceles a las importaciones- no siempre son severos, pero las consecuencias posteriores en los flujos de capital y la inversión posiblemente perjudicarían las perspectivas de expansión a mediano y largo plazo en todas las regiones, indicó.

Moody's ahora espera que el crecimiento en el grupo de las 20 principales economías del mundo (G-20) se ubique en casi 2.6 por ciento el próximo año, después del 3 por ciento en 2018.