Por segunda vez en 24 días naufraga balsa en Venezuela

Un nuevo grupo de más de 30 venezolanos abordó la tarde del pasado jueves el bote “Ana María” en las costas de Güiria, al oriente de la nación sudamericana. La desesperación ante los altos índices de inflación y criminalidad y el desabasto de insumos básico como los alimentos y la gasolina los obligaron a tomar el riesgo. La mayoría no sobrevivió.

▶ Sólo se salvó Alberto Abreu, capitán de la nave, aferrándose a los restos del barco, detalló el diputado opositor Robert Alcalá. “Todos eran migrantes que iban en búsqueda de un mejor futuro huyendo de la emergencia humanitaria”, agregó el congresista.

Este es el segundo naufragio que se reporta en Venezuela en 24 días. El pasado 19 de abril se hundió otro bote con más de 30 ocupantes, de los cuales 20 permanecen desaparecidos.

De acuerdo con la ONU, más de 10 por ciento de la población venezolana ha migrado huyendo de la profunda crisis económica y social que golpea al país sudamericano.

La falta de dinero para pagar un boleto de avión y las condiciones infrahumanas en las que se vive en Venezuela –inflación anualizada de dos millones 300 mil por ciento, desabasto de medicinas y alimentos de más de 80 por ciento e índices de inseguridad que se equiparan a los de un país en guerra– ha obligado a los venezolanos a emigrar a pie o en botes. Deben pagar al menos 100 dólares por el traslado de Venezuela a las islas cercanas.

Entre los desaparecidos está Andy Villegas, un migrante venezolano de 32 años que se estableció desde el año pasado en Trinidad y Tobago y había retornado recientemente a Güiria para visitar a su esposa e hijo y al resto de su familia, indicó a la AP el capitán mercante Isidro Villegas, padre del joven.

Villegas relató que su hijo se fue a vivir a Trinidad y Tobago huyendo de la “situación en el país que está muy terrible”.

El migrante se embarcó en el puerto de Güiria alrededor de 5 de la tarde del 16 de mayo con destino a Trinidad y Tobago, pero hasta el momento se desconoce su paradero. Villegas dijo que acuerdo a una lista no oficial que se maneja en Güiria en el bote ilegal iban unas 32 personas.

El padre del joven partió ayer en una embarcación para buscar a su hijo en las costas orientales y hacia la isla venezolana de Los Testigos. “En el mar no hay rastro de nada. Por lo menos si estuvieron ahogados ya los cuerpos hubieran flotado”, señaló el capitán Villegas desde alta mar, y agregó que en Güiria ha surgido el rumor de que la embarcación “Ana María” habría sido secuestrada por piratas de mar y llevada hacia Trinidad y Tobago, pero hasta el momento no existen evidencias de esa versión.