Por un gabinete renovado

Como certeramente apuntó el camarada Felix Salgado Macedonio, nos libramos del fifí, el machuchón infiltrado de Carlos Urzúa. Si le sumamos al neoporfiriano de Germán Martínez, son ya dos los miembros del más alto nivel de la 4T (aunque hay otros) que abandonan el barco justo cuando está a punto de agarrar viento de cola, lanzado hacia el hiperdesarrollo, pero con conciencia social, y dejan de obstaculizar las tareas de nuestro Líder Supremo, un ser infalible que nos recordará esto: mientras él acierta, HR Ratings, Fitch, Moody’s, Bank of America, el New York Times, el Wall Street Journal y el Financial Times se equivocan. Bien, Gran Tlatoani, por quitarnos de encima a Urzúa con sus sumas y restas: contar es fifí.

▶ Ahora, como dijo mi Doc Doc Ackerman, hay que ponerle el acelerador a la 4T sin “pretextos neoliberales”. De acuerdo, mi DD. Vamos con todo, a seguir en esta ruta de éxitos. Eso, sin embargo, puede implicar decisiones radicales. Y es que estamos desperdiciando el talento verdadero, profundo, de la 4T, por andar de complacientes. Así que ¡hasta el fondo, oh, Tlatoani! Usemos ese capital humano. Es hora de hacer movimientos. Rompamos el récord de Trump en cuanto a bajas y altas en el gabinete.

¿A qué me refiero? Por ejemplo, a la posibilidad de sustituir a Marcelo Ebrard por alguien más 4T. Alguien que no hable otros idiomas, porque somos orgullosamente mexicanos, y no use corbatitas y trajecitos. Pienso en un Noroña (¡Pre-si-dente, pre-sidente!), en una Citlali Hernández, con todos esos detalles folclóricos. Me los imagino opacando con su colorido a Macron, a Sánchez, a los escandinavos fifí, etc., en las cumbres planetarias.

Pero hay otras áreas donde intervenir. En la propia Hacienda, por ejemplo, deberíamos dejarnos de medias tintas y descartar a un técnico como Herrera y, sin más trámites, nombrar a, digamos, Sergio Mayer, a pesar de que sus aportaciones culturales invitan a dejarlo en ese terreno. Ahora bien: humildemente, reitero mi candidatura a esa cartera.

Si son de los que leen con frecuencia este espacio, recordarán que publiqué una serie de fórmulas económicas que ningunx de lxs economistas machuchonxs ha logrado refutar. El reto sigue en pie, Valeria Moy, Isaac Katz, Macario Schettino, Sergio Negrete. Mientras, espero esa llamada, Padre de Pueblos. Estoy dispuesto a bajarme hasta los 80 mensuales sin prestaciones; todo sea por la austeridad republicana.

Sigo. ¿La campaña nacional contra las adicciones? El camarada Salgado Macedonio. ¿Agricultura? Imagínense las aportaciones que podría hacer Jesusa, con esa trifecta: botargas psicotrópicas, mota orgánica y campañas contra la carne de puerco. Podría aventarse un sprint en huaraches todas las mañanas hasta el Palacio Nacional.

Y es que lo mejor de la 4T es su gente. Vean sino a mi Sanjuana Martínez, Lady Serenidad y Paciencia, jefa de jefas en Notimex, que le aseguró a Héctor de Mauleón que las investigaciones en su contra no las paga la agencia, sino ella, de su bolsillo. Ahí queda retratada la grandeza de la 4T.

En pocos meses, Notimex pasó de gastar recursos públicos en torpedear la presentación del libro de un enemigo del régimen, a ahorrarse la lana del torpedeo porque, con grandeza institucional, con altura ética, el torpedeo lo subsidia la directora.

Por eso, mi Sanjua, el reconocimiento que entregamos cada viernes, la Orden de Macuspana, vuelve a ser tuyo.

#LosNúmerosSonFifís. #LasBallenasSonCrustáceos. #PrefieroElLagoQueAMauleón.