Presos de Santa Martha optan por el teatro para sobrevivir al encierro

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Integrada por reclusos y expresidiarios La Compañía de Teatro Penitenciario de Santa Martha Acatitla se prepara para recibir el 2020 con una adaptación de Esperando a Godot, una tragicomedia absurda escrita por Samuel Beckett en la que dos vagabundos “matan el tiempo” esperando a alguien de quien sólo saben que se llama Godot.

Fundada hace 10 años, la compañía es un proyecto coordinado por Shakespeare&CIA, que busca que a través del teatro los reclusos puedan conocer otros formas de experimentar el encierro e incluso la vida.

En entrevista a ContraRéplica Valeria Lemus, coordinadora de programación de El77 Centro Cultural Autogestivo (CCA), extensión del Foro Shakespeare ubicado en la Colonia Juárez, explicó que la compañía funciona de manera autogestiva y con la participación de los reclusos que cada año se postulan a los talleres de dramaturgia.

“Nosotros iniciamos hace 10 años, empezamos a trabajar con los presos que estaban interesados en el teatro. Poco a poco el proyecto fue adquiriendo una dimensión más grande. Cada año organizamos una convocatoria, hacemos casting y finalmente seleccionamos a aquellos que creemos que tienen potencial como actores. Pero la verdadera prueba la enfrentan con el tiempo, cuando se dan cuenta que no es fácil porque tratamos de que cada obra sea profesional y eso implica cierta paciencia y disciplina”, contó.

Actualmente el colectivo está formado por 10 actores en reclusión y dos más que ya obtuvieron su libertad y que trabajan como actores de la compañía presentándose en diversas funciones que se realizan en EL77 CCA.

“La ayuda que les presta el teatro es que a través de un convenio nosotros podemos hacer cartas que avalan su buena conducta, el empleo que tienen dentro y fuera, y eso los puede ayudar a conseguir su libertad antes de tiempo”, agregó.

El primero y el último sábado de cada mes los reclusos presentan funciones en el interior del penal, el costo de entrada es de aproximadamente 200 pesos y los asistentes sólo deben cumplir con ciertos códigos de vestimenta para poder ingresar al penal.

A lo largo de una década la compañía ha montado desde clásicos romántico como Romeo y Julieta hasta obras más arriesgadas como Esperando a Godot o Ricardo Tercero. Tras un breve descanso, la compañía retomará sus actividades la tercera semana de enero.

“A inicios de año comenzaremos a presentar Esperando a Godot. Creo que los integrantes de la compañía siempre están muy entusiasmados con participar en nuestros proyectos. El arte en sí mismo puede ser una posibilidad para ellos. Algunos no sabían que tenían potencial como actores, pero otros se dan cuenta que pueden ser dramaturgos o colaborar en las escenografías. Al iniciar con los talleres se les abre un mundo de posibilidades. Posibilidades que sólo dependen de ellos tomar o no. Los dos actores que trabajan con nosotros y que estuvieron en la penitenciaria se dieron cuenta de todo el potencial que tienen y ahora su vida está completamente en el teatro. Por una parte porque significa una fuente de empleo para ellos y por otra porque verdaderamente encontraron una forma de ser. Por eso nosotros tratamos de que el público asista a las funciones porque tanto para los internos como para los reclusos es una fuente de ingresos que puede ayudar a que se reinserten en la vida social de una forma más rápida y real”, explicó