Presupuesto 2020

Uno de los temas prioritarios que marcan el trabajo legislativo es la discusión y aprobación del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF), cuya facultad es exclusiva de la Cámara de Diputados, su importancia reside por ser el documento que establece los montos que se destinarán: a la administración pública, a los Poderes Legislativo y Judicial, a organismos autónomos, y a gobiernos locales.

Pero en el PEF no sólo se definen los montos de manera global, pues en él se especifica cómo se gastará cada peso etiquetado a cada institución, relacionados con su operación, con los servicios que ofrecen, los programas sociales que ejecutan, las remuneraciones de los servidores públicos, etc.

Además, establece las reglas para el ejercicio de los recursos, donde prevalecen criterios de transparencia, rendición de cuentas, en las que no puede haber partidas secretas (salvo las que acuerde el Presidente de la República), y sobre todo bajo la línea de austeridad.

El primer año de la administración del Presidente López Obrador se ha caracterizado por los recortes presupuestales, tal es el caso de las guarderías, comedores comunitarios, el despido al personal de honorarios y de confianza en distintas dependencias, a la educación, al sector salud y al deporte.

Situaciones que han generado un impacto negativo entre los afectados, además de ser causa de bajas en su gabinete.

La ley obliga al Poder Ejecutivo Federal a enviar a la Cámara de Diputados el Proyecto de Presupuesto a más tardar el 8 de septiembre. En vísperas de su entrega se ha adelantado que el Presupuesto 2020 será distinto a lo que se ha visto antes, ascenderá a 6 billones de pesos, proyectará un crecimiento de 2 por ciento, y una inflación de 4 por ciento. Se prevé la desaparición de 85 programas sociales y 43 de nueva creación, en los que tendrá prioridad la implementación de la Guardia Nacional y la Reforma Educativa, Dos Bocas, Santa Lucía y el Tren Maya, entre otros.

Ante los recientes reportes del estancamiento de la economía mexicana, el Presidente está obligado a presentar un presupuesto que vaya más allá de diferenciar desarrollo y crecimiento económico; está obligado a presentar un Presupuesto 2020 que detone el crecimiento económico del país como primer paso para el desarrollo, de lo contrario, no cumplirá su promesa a la que aspiramos todos los mexicanos.

•Colaboradora de Integridad

Ciudadana, Politóloga por la UAM.

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