POR MARÍA CABADAS
Por contener una sustancia que podría
desencadenar cáncer, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) solicitó que se evite la compra, venta, fabricación y consumo de medicamentos que contengan Ranitidina.
Previamente, la dependencia había
señalado que no existían evidencias suficientes para suspenderlo, pese a que en otros países ya lo habían hecho.
En una alerta emitida ayer, la Cofepris
pidió a los usuarios que consulten con profesionales de la salud un tratamiento alternativo.
“A la población en general, evitar la
compra de medicamentos que contengan Ranitidina y consultar con los profesionales de la salud otras opciones terapéuticas”, señala el documento.
El pasado 13 de septiembre, la Administración de Alimentos y Medicamentos
de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) lanzó un comunicado en el que alertó que algunos medicamentos con Ranitidina están contaminados con la impureza N-nitrosodimetilamina (NDMA).
De acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, la
Ranitidina se usa principalmente en tratamientos cortos de úlcera duodenal (o úlcera péptica, que es una llaga abierta o un área en carne viva en la primera parte del intestino delgado, duodeno), para úlceras gástricas, en el control del síndrome de reflujo gastroesofágico así como en la esofagitis erosiva.
El nombre por el que mayormente
se conoce el fármaco es Zantac, pero en distintos países se comercializa como Alquel, Terposen y Ardoral, entre otros.
El NDMA es una sustancia que está
clasificada como probable carcinógeno en personas, con base en estudios realizados en animales.
La FDA continúa examinando medicamentos con Ranitidina de diferentes
farmacéuticas para evaluar su impacto en los pacientes que la toman.