Para el año fiscal 2020 que recién comienza en Estados Unidos se reducirán en casi 50 por ciento las solicitudes para refugiados que huyen de sus países de origen, principalmente por la violencia, de acuerdo con el Departamento de Estado de la Unión Americana.
Esta cifra representa la más baja de admisiones desde que se creó el programa en 1980, considerando que para el año fiscal 2019 el gobierno del presidente Donald Trump estableció un tope de 30 mil; mientras que el último año del presidente Barack Obama la meta fue recibir a 85 mil refugiados.
A través de un comunicado, el departamento de Estado del vecino país anunció la firma de la determinación presidencial sobre admisiones de refugiados para el próximo año luego de diversas consultas con el Congreso estadunidense.
“El programa de reasentamiento de refugiados de este año continúa con asignaciones específicas para personas que han sufrido o temen ser perseguidos por motivos religiosos; para los iraquíes cuya asistencia a los Estados Unidos los ha puesto en peligro; y para refugiados legítimos de El Salvador, Guatemala y Honduras”, destacó.
Justificó la reducción con la crisis de seguridad y humanitaria que se presentó hace unos meses en la frontera que comparte con México, al contribuir a una carga a su sistema de inmigración que debe ser aliviada antes de recibir a un mayor número.
María Cabadas