Todavía no nos reponemos del malestar estomacal que nos causó el regaló más fifí de la Cuarta Transformación al gobernador electo de Baja California, Jaime Bonilla, de ampliarle su mandato tres años más, cuando desde Tabasco nos salen los diputados locales de Morena con que se acabó el derecho a la libre de manifestación, es decir, que ya nadie podrá protestar por las acciones de gobierno del morenista Adán Juárez, porque terminarán encerrados en la cárcel unos diez años mínimo.
En mi opinión y después de darle infinidad de vueltas al asunto, considero, sin temor a equivocarme, que el mensaje va directo a los activistas que no quieren que se haga la refinería de Dos Bocas en aquella entidad. Desde ahorita les están advirtiendo que ni seles ocurra bloquear el camino a la faraónica obra del Presidente Andrés Manuel López Obrador porque encontrarán las rejas de la cárcel abiertas.
Lo que no logro entender es cómo el gobernador morenista amenaza a los tabasqueños cuando el estado que gobierna fue parteaguas de la protesta civil, ¿se le habrá olvidado que fue precisamente su jefe, el hoy Presidente de México, quien hace algunas décadas tomó los pozos petroleros para que el gobierno del expresidente Carlos Salinas de Gortari lo volteara a ver?
Claro, ya lo dijo el Presidente López Obrador, eran otros tiempos y nunca fue un rebelde sin causa, así que ahora nadie tiene bandera alguna para perturbar la tranquilidad del señor gobernador, la del director general de Pemex, Octavio Romero y la de la secretaria de Energía, Rocío Nahle que tienen la encomienda de construir una refinería que no causará ningún mal a
a madre tierra ni a sus animales.
Esta noble noticia me generó en plena boca del estómago una gastritis que, ni el cuerpo de bomberos puede apagar: los diputados tabasqueños bien portados como se los ha pedido su Presidente le hicieron la tarea sucia al gobernador Juárez, no a Benito Juárez que ya resucitó, sino a Adán para que su iniciativa pase sin ningún problema y se le dé un tiro mortal a los derechos constitucionales que tienen los ciudadanos a manifestarse públicamente.
Sin tener el título de ambientalista, mucho menos de ostentarme como bióloga, sino como una simple defensora del medio ambiente y del derecho a la vida de todas las especies de vegetales y animales, la iniciativa legislativa es un aviso de que no vayan al edén a querer armar escándalos por la refinería porque son rebeldes sin causa.
¡Viva el negocio del carbón! México está en la mejor etapa de su historia, la transformación no sólo tira paredes y techos heredados por las administraciones neoliberales, también destruye derechos humanos y violenta, una vez más, la Carta Magna de nuestro país que en ojos de los morenistas es un estorbo para la reconstrucción del nuevo pueblo.
•Egresada de la escuela de PCSG. Exdiputada
constituyente. Defensora de los animales y fundadora
de "Ángeles Abandonados".