Restauran el disco de los siete dioses guerreros mexicas

MARTHA ROJAS

Luego de una primera restauración realizada hace más de 15 años, el Disco de turquesa, pieza estelar de la exposición Piedras de fuego y agua que se exhibe en el Museo del Templo Mayor (MTM), es exhibido por primera vez en México, en el recinto, hasta el 24 de marzo.

La pieza hallada en 1994 durante las excavaciones realizadas bajo el edificio denominado Casa de las Ajaracas, es una representación escultórica del viaje cíclico de las estrellas encarnadas en siete dioses guerreros, a través del inframundo.

La obra, de 28 centímetros de diámetro, está compuesta por 15 mil microscópicas teselas de turquesa azul y verde. Se presume, que la pieza formó parte de las ofrendas de los mexicas en el Recinto Sagrado hace más de 500 años.

La restauradora Alejandra Candela y Mariana Díaz de León, del Departamento de Restauración del MTM, explicó que se trató de un trabajo de nueve meses en los que las jornadas laborales se extendieron por más de 10 horas.

Para la restauración del disco se utilizó un microscopio debido a que las teselas que lo integran son diminutas, casi del tamañao de un alfiler.

El montaje de la pieza restaurada se realizó sobre un soporte de madera de nogal y las cuentas unidas con un pegamento hecho a base de resina de copal, lo que permitió que las turquesas, finamente delineadas, se rehidrataran y adquirieran su color original. Algo que se había perdido en la primera restauración debido a los materiales que se utilizaron teníal alochol.

El investigador Emiliano Melgar detalló que “en la cosmovisión nahua la turquesa se asociaba con el fuego, el tiempo, el poder real y la sucesión política”, por ello al disco de los siete guerreros se le considera una obra prehispánica.

Como casi todas las piezas que los mexicas colocaron en el Recinto Sagrado son ofrendas con las que pretendían obtener la benevolencia de los dioses.