Definitivamente aun hay muchas dudas que el Gobierno federal debe explicar a la opinión pública respecto al operativo fallido para detener a Ovidio Guzmán, uno de los hijos del Chapo encarcelado en Estados Unidos; también debe reconocerse que la orden de retirar a los militares evitó la muerte de civiles inocentes que estaríamos lamentando y quizá hubiera sido el motivo del hundimiento de lo que el Presidente Andrés Manuel López Obrador llama su Cuarta Transformación.
La experiencia, aun para todos los que solo fuimos
observadores, es que no existe una definición clara de parte del Gabinete de Seguridad con respecto a si se terminó o no, como lo anunció el propio López Obrador, la guerra contra las bandas criminales que operan en todo el territorio nacional.
Si así fuera entonces el titular de la secretaría de
Seguridad federal, Alfonso Durazo está obligado a explicar por qué enviaron a una treintena de militares, a plena luz del día y en horas donde las personas se desplazan para realizar sus actividades, a patrullar en una calle donde sabían que estaban miembros del cartel que por décadas comandó el Chapo Guzmán.
Resulta incongruente por no decir tonto que los
mandos de la Guardia Nacional expusieran la vida de sus elementos a sabiendas que el crimen organizado está mejor armado que marinos y militares, como se demostró en un video que circuló en redes sociales donde un joven sicario maneja una bazuca de grandes alcances.
Si el primer mandatario anunció, no sola una vez,
sino varias veces, que su Gobierno no entablaría ninguna guerra con los capos del narcotráfico ¿qué hacían los poquitos militares en Culiacán donde, además es sabido, que un gran porcentaje de la población ve como héroe al controversial Joaquín Guzmán.
Alfonso Durazo, los titulares de la Sedena y Marina,
Luis Crescencio Sandoval y José Rafael Ojeda Durán, ¿actuaron por cuenta propia? No se le informó al Presidente de la República que irían detrás de integrantes del cartel del Golfo, por lo que el fallido operativo la causó al jefe del Ejecutivo federal un conflicto de dimensiones políticas catastrófico.
Hay que ser realistas, el gabinete de seguridad no les
está ayudando al Presidente López Obrador a lograr su objetivo de pacificar al país, no son ni tienen buenos estrategas y eso, si no cambia a las cabezas, le costará muchos dolores de cabeza y la seguridad de que los criminales, organizados o no, ya saben como actuar para mantener sus actividades ilícitas sin ningún temor.
Todos, incluso los acérrimos críticos al Gobierno
lopezobradorista, deseamos que nuestro país regresé a ser la nación tranquila que era, de la que nos sentíamos orgullosos ante el mundo. No queremos personas inocentes muertas, no queremos guerras, pero tampoco queremos vivir con la zozobra y el terror que vivieron los culichis el pasado viernes en que un mal operativo debilitó a nuestro Gobierno.
•Egresada de la escuela de PCSG. Exdiputada
constituyente. Defensora de los animales y
fundadora de "Ángeles Abandonados".