Desde que Vicente Fox fue recibido de nueva cuenta en el Partido Acción Nacional, en el marco de la celebración de su 80 Aniversario, ahora es visto como un oportunista porque, ¿de qué otra manera se le puede llamar al expresidente que en el pasado abandonó las filas del instituto político que lo llevó a Los Pinos?
A partir de que el guanajuatense le dio la espalda al panismo, se dedicó a apoyar a las candidaturas presidenciales del PRI, como fue el caso de
Enrique Peña Nieto y José Antonio Meade, incluso, traicionando a los abanderados de su propio partido, como fue el caso de Josefina Vázquez Mota.
Los seguidores del actual dirigente de Acción
Nacional, Marko Cortés, recibieron como al “hijo pródigo” al expresidente de las botas, e incluso, colocaron en el mismo racero al expresidente Felipe Calderón y a quien fuera su secretario de Hacienda y coordinador del PAN en el Senado de la República, Ernesto Cordero, a quienes también les abrió la puerta de Acción Nacional para, en el caso de que así lo decidan, regresen a este instituto político.
Incluso, Cortés declaró que ya estaba en pláticas
con la exprimera dama, Margarita Zavala, para ver si ambos pudieran regresar a la militancia panista.
Sin embargo, en el partido albiceleste hay una
corriente que no está de acuerdo con el retorno de Fox Quezada y opinan que lo único que busca el expresidente es destacar de nueva cuenta en la escena política y autoerigirse como un liderazgo; como el contrapeso que para diversos analistas es en la actual coyuntura tan necesario y del cual carece Fox totalmente.
Es evidente que el guanajuatense quiere revivir
polvos del año 2000, cuando llegó a la presidencia de la República y logró cumplir lo que fue su frase de campaña, “sacar el PRI de Los Pinos”. No obstante, 19 años después, las energías del expresidente han minado significativamente y del foxismo ya no queda prácticamente nada, si acaso, solo la señora Marta María Sahagún de Fox.
Oportunismo se llama al hecho de que el exmandatario quiera aprovecharse de la coyuntura y
el proceso que vive Acción Nacional para intentar convertirse en el real contrapeso frente a Morena.
Y es ahí precisamente donde reside el error del
partido blanquiazul; querer reciclar a un personaje que, como el expresidente, es considerado ya un “cartucho quemado” que definitivamente, no puede ser, con mucho, el liderazgo que le urge a Acción Nacional, partido que por lo demás, ha demostrado tener una memoria muy corta.
El problema es que Vicente Fox ya se la creyó
y eso se puede convertir en un error estratégico para el PAN; él tratar de aferrarse a un “liderazgo” tan endeble y acomodaticio. Por eso, su llamado a conformar un Frente en contra de la cuarta transformación, es vacío.
• Periodista
morcora@gmail.com