Antes de que se confirmara hace unas semanas que Jennifer Lopez y Shakira actuarían en el descanso de la Super Bowl se había especulado con la posibilidad de que Rihanna quisiera empezar a calentar motores de cara a su regreso musical con ese esperado disco que no termina de llegar amenizando el intermedio de una de las citas deportivas más famosas del mundo.
En un primer momento la cantante descartó esa posibilidad alegando en broma que si se le hubiera ocurrido aceptar una oferta, pero ahora ha aprovechado una entrevista a Vogue para explicar más a fondo los motivos que le llevaron a rechazarla.
Al igual que otros artistas, Rihanna comparte la opinión de que debería boicotearse el evento como condena al trato que la NFL dispensó a los jugadores que se arrodillaron mientras sonaba el himno estadounidense antes de los partidos como señal de protesta ante la brutalidad policial contra la comunidad negra y, por tanto, no estaba dispuesta a 'venderse' bajo ningún concepto.
"No podría osar hacer algo parecido. ¿Para qué? ¿Quién saldría ganando? No mi gente, eso desde luego. No podía ser una vendida. No podía convertirme en una colaboracionista. Esa organización implica ciertas cosas con las que no estoy de acuerdo, y no pensaba olvidarlo y ponerme a su disposición como si nada", ha apuntado la artista y diseñadora sin entrar a valorar que otros intérpretes como Maroon 5 -que actuaron en 2018 entre un aluvión de críticas- no compartan su mismo punto de vista.
Con información de BangShowbiz