Nación
POR LUCIANO FRANCO
Convertida en Jurado de Procedencia, la Cámara Baja quitó el fuero a Cipriano Charrez con 347 votos a favor, 36 en contra y 53 abstenciones, para que enfrente como cualquier ciudadano a la justicia de Hidalgo, que lo acusa de homicidio culposo en perjuicio de un joven taxista, ocurrido la madrugada del 6 de octubre pasado, en un accidente automovilístico.
El juicio convocó en San Lázaro a centenares de “seguidores” de Charrez, y a la familia del joven taxista de 21 años muerto en aquel percance, quienes se declararon “temerosos” de lo que pueda ocurrirles, a raíz del inminente proceso penal que se abrirá en contra del acusado.
El exlegislador se convirtió en el político número diez en ser desaforado, desde que hace 110 años, en 1909, se hizo la primera declaratoria en este sentido en contra del diputado José López Portillo y Rojas, abuelo de quien fue presidente de México de 1976 a 1982, López Portillo.
El propio Charrez, quien votó en favor de su desafuero, aseguró que demostrará su inocencia, y se dijo “víctima de linchamiento mediático y jurídico, implementado por intereses políticos y económicos muy fuertes que se amparan en el gobierno de Hidalgo.
“Nadie se levanta por la mañana con la intención de afectar a alguien, los accidentes están a la orden del día”, señaló, y acusó que en la Cámara Baja “hay intereses políticos, posiciones encontradas, temas de agenda parlamentaria, urgencias por sacar encomiendas y reformas necesarias, pero no puede convertirse en un espacio donde pensar diferente sea motivo para ir a la cárcel”, indicó.