El 10 de abril de 1988, el Estadio Santiago Bernabéu fue testigo de uno de los goles más bellos que se recuerden en la Liga española, a cargo del goleador de la época, Hugo Sánchez.
Fue a los diez minutos de encuentro, cuando Martín Vázquez envió un centro al área, que para el ‘Pentapichichi’ fue el balón perfecto para rematarlo de forma espectacular y batir al arquero del Logroñés.
El propio Hugo, confesó que al momento del centro se encontraba adelantado, provocando que se retrasara y tomar el impulso necesario para la chilena.
Incluso, el entonces entrenador del Real Madrid, Leo Beenhakker, señaló que aquel gol era para que el árbitro terminara el encuentro e irse a beber una copa de Champagne.
Después del gol, el público del Bernabéu se puso de pie y sacó pañuelos blancos, para aplaudir al goleador mexicano.
Con información de Agencias.
Imagen: AS.