A propósito del desaseo en la votación en el Senado para elegir nuevo titular en la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), la comisión capitalina también nos adeuda la garra que en otros tiempos tuvo.
De ser un órgano autónomo al que autoridades locales le temían, ahora presenta resistencias a abrir quejas, y lo peor a darles seguimiento.
La situación es que su titular Nashiely Ramírez Hernández le apuesta más a la conciliación, lo cual genera inconformidades en el peticionario que llega a pedir auxilio ante abusos de servidores públicos.
Quizás así se entienda por qué a más de un año de que se presentara una queja, no sólo no se le dio seguimiento sino que se le cambió de visitador para que iniciara la investigación.
Nadie puede decir que es mentira porque es un caso propio, donde se aportaron las pruebas, videos y audios de la violación de derechos humanos, pero nada pasó. Los citatorios no llegaron porque se dijo que simplemente no encontraron el domicilio particular en el municipio mejor trazado del país. No pudieron hacer uso del correo electrónico dejado.
La servidora pública de la Quinta Visitaduría simplemente dijo que desconocía el tema, y que llamaba para saber si se deseaba continuar con la queja, y no ocultó su agrado al decirle que no porque simplemente no se creía que ese espacio sirviera para hacer justicia.
Quizás así se entienda que el fin de semana familiares de un interno del Reclusorio Oriente que fue ingresado a un dormitorio para homosexuales, cuando él no lo es, hayan tenido que discutir por casi una hora con la funcionaria que se negaba a abrir la queja, y por el contrario intentó intimidarla con que eso podría generarle otros problemas a su ser querido.
¿Alguien escuchó a la ombudsman pronunciarse por el uso de funcionarios capitalinos en la valla humana por la paz durante la marcha del 2 de octubre?
EXPOLICÍAS FEDERALES
Exservidores de la Policía Federal que decidieron sumarse a la Guardia Nacional, y que aún no son trasladados, también están inconformes como los que ayer bloquearon las inmediaciones del aeropuerto al reclamar su finiquito.
Los que se quedaron tendrán que hacer exámenes para ser trasladados, y como los cargos altos y medios son para militares, pues no creen que les respeten sus plazas, ni sueldos. Vamos serán reubicados, pero si van fuera de su lugar de residencia, ya no habrá viáticos, ni bonos de riesgo.
Y los expolicías que ayer agarraron, esposaron y desarmaron a elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México que resguardaban la protesta de aquellos, eran integrantes de las Fuerzas Federales, los que antes mandaban al frente de los operativos, los entrones, los que iban a todas, y los que ahora serán investigados por privación ilegal de la libertad.