Se fue Lauda, queda la Leyenda

Niki Lauda, la leyenda que sin buscar serlo, fue la inspiración de pilotos, envidia de equipos y rival excepcional dentro y fuera de la pista.

Pocos aceptan que los pilotos de pago puedan aportar algo a la Fórmula Uno y Niki Lauda fue uno de los que sin tener padrinos ó conocidos, llegó con una maleta llena de dinero para poder abrirse paso en la Fórmula Uno. March fue el equipo con el que inició, luego con BRM y de a poco se fue ganando el respeto y sus propio espacio para llegar a Ferrari en 1974, donde logró por fin una pole position apenas en su segunda carrera con ellos, y para el Gran Premio de España en Jarama, lograría arrancar primero y llevarse la primera de sus 25 victorias.

En los 171 Grandes premios que corrió, alcanzó la posición de privilegio en 24 ocasiones, lo que habló de su velocidad en una época en la que la Fórmula Uno era muy diferente a la de ahora, con pistas que eran más angostas y las medidas de seguridad eran mínimas. Una época en la que el automovilismo era muy peligroso y donde cada error costaba la vida.

En 1975, Lauda logró con los escarlatas su primer campeonato del mundo y en 1976 luchó con James Hunt por la corona, episodio que fue inmortalizado por Ron Howard en la película Rush, que la mayoría de los aficionados al deporte motor atesoran por la narrativa, por la competencia, por la historia cargada de emociones. Una historia que destacó la pasión que vivió por las carreras, por ese regreso sólo 6 semanas después de un accidente en Nürburgring que por poco le arranca la vida.

Su regreso a Monza para competir a pesar de no estar recuperado al cien por ciento llamó la atención por morbo, pero en realidad era el testamento de una voluntad competitiva, pero aun a pesar de su orgullo, se retiró de la carrera en Japón por las condiciones de la pista por la lluvia presente y perdió ese campeonato. Al año siguiente, logró coronar su segundo título mundial.

Su retiro de las pistas era el inicio de su época empresarial al fundar su línea aérea, luego, cuando las cosas no fueron tan bien, regreso con McLaren por 4 temporadas y ahí obtuvo su tercer título mundial y se retiró definitivamente de las competencias en 1985. Pero no se despidió de la Fórmula Uno.

Siempre en sus negocios de aviación, siempre cerca de las carreras, fue consejero técnico de Ferrari en 1995 y fue idea suya traer al joven alemán que estaba brillando en Benetton, Michael Schumacher.

La historia ya da fe de sus logros. Porque también llevó a Ross Brawn y construyeron juntos el demoledor equipo escarlata de los 5 títulos de piloto con el teutón. También fue líder de Jaguar F1 y hasta comentarista como experto de la máxima categoría, antes de que lo llamaran en 2012 para ser parte de Mercedes como Presidente no Ejecutivo de la escudería donde Michael Schumacher había desarrollado un auto y que requería continuidad a su retiro. Su opción, fue solicitar se contratara a Lewis Hamilton, quien logró la corona en el 2014.

Cuatro campeonatos lograron las flechas plateadas en su gestión, mucho más se ha logrado en la Fórmula Uno por la entereza con la que se manejó como piloto, como parte del equipo, como mentor. Un hombre que disfrutaba lo que hacía, amoroso con la familia, afable con el público y los medios, exigente para consigo mismo y casi siempre, triunfador.

Desde el año pasado se le extrañaba por su transplante de pulmón, este año se agravó su situación por una gripe que lo mando de nuevo al hospital. Se le practicaban hemodiálisis y siempre con la esperanza de volverlo a ver.

El Paddock va a extrañar a uno de sus personajes más queridos y respetados.

Descanse en paz.

22 Feb 1949 – 20 May 2019 Niki lauda