Secuestro Exprés se dispara, crece 475% en julio

En 475 por ciento se incrementó el delito de secuestro exprés en la Ciudad de México, al pasar de cuatro casos en junio a 23 en julio pasado, de acuerdo con cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP).

En los siete meses de este año, este reporte contabiliza 81 casos, siendo el mes pasado el que registró más delitos de este tipo.

▶ Según la Universidad Nacional Autónoma de México, este tipo de ilícito es un rapto de un periodo corto con una ganancia rápida. Generalmente, presionan a la víctima a realizar extracciones de efectivo de cajeros o solicitan un rescate y genera un daño moral y psíquico en las víctimas y en su entorno.

Señala que este ilícito no es exclusivo de las clases adineradas. El perfil de las víctimas es de hombres y mujeres de mediana edad, y nunca oponen resistencia.

Destaca que las organizaciones delictivas carecen de la logística necesaria para mantener más de 48 horas secuestrada a una persona. La premura los obliga a pedir cantidades relativamente pequeñas de dinero, lo que depende de la disponibilidad económica de la víctima y sus familiares.

En julio pasado, el director de Litigio Estratégico en el organismo civil Mexicanos contra la Corrupción, GerardoCarrasco, compartió en su cuenta de Twitter que fue víctima de un secuestro exprés en la alcaldía de Miguel Hidalgo.

A través de un hilo de varios mensajes, precisó que los hechos ocurrieron a las 5:00 horas de un sábado cuando salía de cenar de una taquería localizada sobre Avenida Presidente Masaryk, en Polanco.

Dijo que se encontraba con un amigo esperando un Uber, pero perdieron la paciencia y decidieron buscar otra forma para regresar a casa.

“Un tipo amigable y bien vestido (35- 40 años) se acerca y pregunta ¿a dónde van? Nos dijo que cobra más barato que el Uber. Yo tenía prisa de llegar a mi departamento, estaba ya cansado. Se echó un chiste y nos dio confianza. Dijo que era taxi ejecutivo. Abordamos un Passat negro y comenzó la pesadilla. A unas cuantas cuadras, en la esquina de Masaryk y la lateral del Periférico, abren las puertas al mismo tiempo tres tipos vestidos de negro, nos encañonan con pistola y empiezan los gritos, golpes y amenazas”, escribió.

Y agregó: “Mientras me golpeaban con el puño y cortaban cartucho en mi cabeza, pedían que agacháramos la mirada sino “nos quebraban”. Jamás le dieron instrucciones al conductor, lo cual reflejaba complicidad, por lo que asumo que es parte de la misma banda.

Nos dieron un paseo en las calles detrás de Avenida de las Palmas, mientras iban sacando tarjeta por tarjeta pidiendo cada uno de los códigos y NIP. Lo mismo con el celular y las claves para acceder a las aplicaciones bancarias.

Quien iba en el asiento del copiloto anotaba todo” Señaló que fueron golpeados y amenazados para revelar las claves de sus tarjetas bancarias, que el chofer del auto parecía cómplice de los asaltantes, y que fueron llevados por varias calles hasta la colonia Alce blanco, en Naucalpan.

“La ‘vuelta’ duró alrededor de media hora. Gracias a Dios, nos terminaron aventando en alguna calle en la colonia Alce Blanco, en Naucalpan. Después de unas cuadras, un buen samaritano nos prestó 20 pesos y un celular y pude pedirle a alguien que fuera por nosotros.

Sé que lo que viví es cosa de niños a comparación de lo que han sufrido miles de familias en la Ciudad de México. Sin embargo, lo mío pudo haber terminado en tragedia. La boca aún me sabe a metal de la pistola de estos hijos de puta”, comentó.