POR MARIA CABADAS
El servicio público debe verse como vocación y nunca como plataforma u oportunidad para denostar o descalificar a la prensa que no coincide con una postura, ideología o decisión de gobierno, indicó la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).
“La Suprema Corte de Justicia de la Nación señaló recientemente que los servidores públicos no dejan de serlo al usar cuentas o perfiles personales, y mucho menos cuanto mediante ellos dan a conocer información sobre las actividades propias de su encargo. El servicio público debe verse como vocación nunca como plataforma u oportunidad para denostar o descalificar a la prensa que no coincide con una postura, ideología o decisión de Gobierno”, agregó.
▶ El organismo autónomo dirigido por Luis Raúl González Pérez, destacó que la polarización social y la descalificación hacia algunos periodistas alentadas desde sectores del Gobierno, fomentan la división social y agudizan la situación crítica de violencia contra la prensa en México.
Y es que, añadió que los recientes insultos y descalificaciones de servidores públicos contra comunicadores en redes sociales ocurrieron de manera previa a diversos ataques en esas plataformas digitales contra periodistas, e incluso uno de ellos recibió una amenaza anónima en su domicilio, por lo cual no debe pasar inadvertido que tales agresiones se dan en el contexto del discurso amenazante de funcionarios que fomenta ambientes poco propicios para el ejercicio del periodismo e incrementa el riesgo de quienes lo ejercen.
Expuso que, en este contexto de alta violencia contra la prensa, en los últimos meses se han incrementado las descalificaciones hacia medios de comunicación y periodistas, provenientes en muchos casos de funcionarios del Estado, ante lo cual la CNDH afirmó que si bien quienes ostentan un cargo público pueden ejercer su derecho a la libertad de expresión, la misma adquiere ciertas connotaciones y características distintas que cuando es ejercida por particulares.
“Se debe rechazar cualquier tipo de discurso amenazante contra comunicadores y medios. La consolidación democrática que requiere nuestro país depende, en buena medida, de alcanzar ese objetivo”, agregó.
Indicó que, si bien la deliberación y la discusión públicas son parte importante de la vida en democrática y en ocasiones esos debates y críticas pueden ser vigorosos y hasta incómodos, ésta no debe trascender en descalificaciones, estigmatizaciones o insultos hacia comunicadores y medios, sobre todo en circunstancias como las que enfrentamos desde hace años, de alta incidencia de violencia contra quienes ejercen el periodismo en el país.
Expresó que hoy más que nunca, debe impulsarse el respeto absoluto a la crítica y a las opiniones diversas, así como evitar, disuadir y refirió que la libertad de expresión en México enfrenta un panorama de violencia que ha convertido a nuestro país en el más peligroso para ejercer el periodismo.
“Los 149 homicidios cometidos contra comunicadores desde el año 2000 y los 21 periodistas desaparecidos desde 2005 son la evidencia más terrible de ello, dijo.