¿Qué gana el Gobierno de México en anunciar que hay ya un nuevo acuerdo trilateral? Sólo se firmó una serie de adiciones al acuerdo comercial entre los 3 países, pero falta aún la ratificación de los congresos de Estados Unidos y Canadá. Lo de la firma sólo fue un acto protocolario, que sin duda es una buena señal tanto en lo económico, financiero, político y hasta social. Pero para que entre en operación, estamos hablando de por lo menos 4 a 5 meses más.
El jueves pasado, el Senado mexicano aprobó las adiciones realizadas al T-MEC. Mitch McConnell, líder de Senado estadunidense fue muy claro…“con toda probabilidad, la ratificación del T-MEC deberá ocurrir después de que concluya el juicio político contra el presidente Trump, en el Senado”. Y la viceministra de, Chrystia Freeland explicó…”no existe una fecha para que el Parlamento apruebe el acuerdo debido a que tras las recientes elecciones se está organizando la estructura parlamentaria y estableciendo los comités respectivos”.
Que fue una jugada política de grandes vuelos haber realizado esta ceremonia con representantes de los tres países involucrados, es indiscutible, que el Presidente López Obrador y el secretario Ebrard mandan un mensaje de fortaleza y capacidad negociadora, es definitivo, sin embargo, la pregunta es: ¿a qué precio?
Las respuestas pueden ser muy variadas y dependen mucho desde que espacio se realicen, pero veamos la visión empresarial; hasta el miércoles de la semana pasada, cuatro días antes del acuerdo final en Washington, fueron excluidos y varias de sus propuestas no fueron incluidas. Por otro lado, se obliga a México a comprar aluminio y acero en Estados Unidos y Canadá, esos países podrán poner el precio que consideren mejor y nosotros a pagarlo.
El editorial del influyente periódico, The Washington Post, publicó después del acto protocolario…“México tenía que dar lo máximo en las negociaciones entre las tres naciones, al estar su economía técnicamente en recesión ahora y querían a Donald Trump fuera de sus espaldas”.
México tiene de nueva cuenta una gran oportunidad de avanzar en muchos aspectos de la vida nacional, sin duda, pero debe comprometerse a actuar, a modernizarse, a mejorar las condiciones laborales y a combatir la desigualdad social. Es importante que el país se mantenga en el mercado comercial de Norte América, pero entender que sólo por pertenecer a él no cambiarán las cosas en automático.
En una negociación política, todos los participantes deben ceder para que al final todo puedan ganar. No hay más.
Un elemento que es indispensable para consolidar esta nueva era que está por iniciar es la seguridad en México como objetivo fundamental, de no conseguirlo todo lo demás quedará sólo en buenos proyectos.