Sin sorpresas será aprobado el presupuesto: IP

El Gobierno federal propone un gasto público para 2021 de 6,296 miles de millones de pesos (mmp), cifra “prudente en un marco de fuentes de ingresos notoriamente debilitadas, pero su composición se guía principalmente por sus objetivos político-clientelares, con base en los programas sociales y los proyectos de inversión icónicos desde el inicio de la administración”, señalan los analistas del Ceesp.

“No contiene sorpresas y es muy probable que así se apruebe el próximo 15 de noviembre. Basado en su principio de austeridad presupuestaria para fortalecer el equilibrio fiscal, al tiempo de canalizar mayores recursos a sus programas sociales y sus proyectos de inversión, el gobierno parece estar a la espera de que la economía inicie una etapa de recuperación y así lograr los resultados propuestos para el 2021.”

El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (Ceesp), del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), apunta que “la estrategia ignora las circunstancias supervinientes, económicas y sanitarias, derivadas de la peor pandemia de los últimos cien años”.

El presupuesto considera 19 programas sociales prioritarios por 337 mmp para 2021, recursos que prácticamente en su totalidad se distribuyen mediante transferencias en efectivo con nula o poca condicionalidad que busque abatir la replicación o persistencia de los niveles de pobreza en el tiempo, señalan los analistas.

Entre los principales programas asistenciales destacan por su monto de recursos el de pensiones para adultos mayores (135.1 mmp), personas con discapacidad (15.5mmp), jóvenes construyendo el futuro (20.6 mmp), sembrando vida (28.9 mmp), becas de nivel básico (31.9 mmp) y medio superior (33.2 mmp). Por el lado de la inversión, el presupuesto propuesto para el año entrante contempla once proyectos prioritarios por un total de 103 mmp. Destacan las asignaciones para el Tren Maya (36.3 mmp), el aeropuerto Felipe Ángeles (21.3 mmp) y la construcción de la refinería de Dos Bocas (45.1 mmp) -que está a cargo de PEMEX pero los recursos se colocan en el presupuesto de la Secretaría de Energía como una aportación patrimonial a la empresa-.

En el Proyecto de Presupuesto de Egresos 2021 se indica que: “Como parte del impulso a los proyectos prioritarios, se buscará fortalecer la posición financiera de Pemex y de CFE, para que vuelvan a operar como palancas del desarrollo nacional“.

Para 2021 Pemex considera un gasto programable de 544.6 (mmp), de los cuales 305.1 corresponden a inversión física, que incluye los 45.1 mmp para la construcción de la Refinería Dos Bocas. Se estima que al cierre del ejercicio fiscal del próximo año Pemex reporte un balance financiero deficitario de 92.7 mmp, que incluye la aportación del gobierno federal -de no hacerse ésta, el déficit sería de 133.2 mmp, como se había aprobado por el Consejo de Administración-.

“En el caso de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), la otra palanca deseada del desarrollo, se propone un gasto programable para 2021 equivalente a 417.1 mmp, con lo que se prevé un balance financiero superavitario en 28.5 mmp. Sin embargo, este balance refleja dos aspectos: 1) Un ajuste a la baja en el gasto de operación equivalente a 18.5 mmp y, 2) el apoyo del Gobierno de México por 70 mmp, “que servirán para resarcir parcialmente el subsidio a las tarifas eléctricas que se otorga por parte de la Empresa a los usuarios finales de los sectores doméstico y agrícola”, cita el Ceesp.

“Evidentemente sin ese apoyo, el balance sería negativo en 41.5 mmp. Todo esto como “instrucción presidencial de rescatar y fortalecer a la CFE, con el fin de garantizar la seguridad energética del país”.

Respecto a las transferencias del gobierno federal a los estados, cabe señalar que “es posible que los ingresos tributarios previstos en el presupuesto para el año próximo estén sobreestimados, por lo que las participaciones y aportaciones podrían ser aún menores. El trasfondo de la discusión actual de las transferencias federación-estados parece ser de orden más bien político e histórico. Por un lado, las entidades federativas han recibido menos recursos que en el pasado y en este año han enfrentado presiones fuertes en su gasto principalmente derivado de la pandemia”, detallan los especialistas.