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En China, particularmente en la ciudad de Honk Kong se han vuelto una tendencia gastronómica los testículos de pollo, incluso existen restaurantes que solo sirven ese “manjar” o almejas gigantes.
Estos platillos se han popularizado en el país asiático debido a que se tiene la creencia de que son estimulantes de la libido y potencian la virilidad en los hombres, además se cree que mejora notablemente la piel de las mujeres.
La apariencia de este inusual ingrediente es similar a la de un riñón, es de color rosado y una textura cremosa. Se vende aproximadamente en 45 dólares cada platillo.