POR ALONDRA ESPINOZA
A lo largo de los años, el
futbol femenil ha comenzado a dar pasos grandes con excelentes jugadoras que se han dado a conocer por su nivel futbolístico, así como sus planes de ampliarse con más ligas profesionales en el mundo y números récords de asistencia; sin embargo, el acoso sexual dentro de esta rama del balompié es uno de los temas que sigue
dando estragos amargos y en esta ocasión sucedió en nuestro país con la jugadora del Houston Dash, Sofía Huerta, quien sufrió un abuso por un aficionado de Tigres femenil, el pasado sábado 5 de octubre en el Estadio Universitario.
Tras finalizar el partido amistoso entre
Tigres de la Liga MX Femenil, contra el equipo de la Women’s Professional Soccer, en el que las Felinas se impusieron 2-1 en Monterrey, algunas jugadoras del cuadro estadounidense se acercaron a las gradas del Volcán para tomarse fotografías con los
aficionados, pero cuando la mediocampista Huerta se aproximó a uno de los seguidores para sacarse una selfie, éste terminó rodeándola con su brazo y colocando su mano sobre uno de sus pechos.
Según los presentes, el hecho no fue
sin querer, ya que la futbolista con nacionalidad méxico-estadounidense se retiró incómoda y molesta a los vestidores.
Ante ello y tras hacerse viral la fotografía del acto, Tigres lanzó un comunicado en el que solicitó cualquier
información para dar con el agresor, demandarlo y vetarlo de por vida del Estadio Universitario y de los partidos de la rama femenil y varonil.
Los casos de acoso se han dado a conocer en diferentes ligas femeniles, pues en
los últimos años la Federación Colombiana de Futbol, se ha visto envuelta en escándalos sobre abuso sexual y laboral a las seleccionadas nacionales. Las primeras denuncias fueron por parte de las futbolistas
Isabella Echeverri y Melissa Ortiz en 2018, quienes publicaron un video en sus redes
sociales en el quedenunciaron, las pobres condiciones para jugar y entrenarse en el equipo nacional.
Por si fuera poco, a
mediados del año pasado e inicios de este, dos futbolistas alzaron la voz e hicieron una denuncia mucho más grave, como el de acoso sexual en el combinado colombiano Sub-17. Primero fue John Cano, padre de una jugadora menor de edad, quien en junio de 2018, interpuso una denuncia en el ministerio público a Sigifredo Alonso, entonces preparador deportivo de la selección de Colombia sub-17, por acoso contra su hija.