• “Basta conocer la pasión dominante de una persona, para poder estar seguros de saber agradarle”, Marco Aurelio
Cuando imparto mi curso de Dirección de Modelos y charlo con los fotógrafos, me encuentro con que muchos no reconocen el poder que tienen con su cámara en mano.
Los profesionales de la lente siempre intervenimos en la imagen de nuestros fotografiados, en nosotros está hacer que luzcan bien o todo lo contrario. Por supuesto lo primero que debemos tener claro es que ante todo hemos de ser profesionales, sin importar nuestra manera de pensar u opiniones personales.
Los fotoperiodistas lo saben, porque muchos hacen su trabajo sin coincidir con las ideas políticas de quienes se colocan frente a su lente; sin embargo, pueden hacer una serie de fotos para que el editor elija, según sea la intención de la nota.
Nosotros debemos sabernos directores visuales de lo que tomamos. Decidimos qué y cómo, teniendo en la mente el por qué, así el trabajo tiene una causa clara.
El autor de esta imagen es el estadounidense Jonathan Ernst, encargado de cubrir la Casa Blanca, el Congreso, el Departamento de Defensa y todo lo relacionado a la acción política en Washington para Reuters.
Él conoce al presidente de su país, sabe las posturas que le favorecen y las que no a Donald Trump. Ha aprendido a interpretarlo según sea su discurso y su actitud para los medios.
La imagen que vemos aquí, la capturó en el aeropuerto de Morristown, en Nueva Jersey, antes de que subiera al Air Force One para viajar a Pensilvania, donde se dirigió a los reporteros de la fuente.
No solo es que su posición haya sido consecuencia de la cantidad de medios presentes y que accidentalmente haya quedado casi al ras del piso, sino que compuso un retrato totalmente descriptivo de la personalidad de Donald Trump.
▶ Bien pudo haber hecho un close up de su rostro, pero aprovechó bien su posición para capturar un instante, donde Trump disfruta y goza desde su rol del hombre más poderoso de Estados Unidos y del mundo entero.
El ángulo contrapicado lo fue todo.
Una posición donde le da superioridad, majestuosidad y, sobre todo, una posición dominante para quien lo ve.
La reportera que inclinada extiende el micrófono, para no tapar a los medios de atrás bien, simula que no se pone de pie para no estar a la altura del Presidente.
Curioso porque los reporteros detrás de las fotógrafas en el suelo, nadie está mirándolo, porque están escribiendo directamente en sus celulares, por lo que no hubiera importado si la reportera de fondo se hubiera puesto de pie.
Ernst resolvió perfectamente una situación que pareciera compleja para lograr una buena imagen.
A eso es lo que llamo, tener confianza y seguridad, que quien tiene el mando del visor es uno; porque supo aprovechar su posición para sacar una imagen que no solo documenta las actividades del Presidente con la prensa, sino que representa la personalidad de Donald Trump como presidente deEstados Unidos.
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