Tras 12 años de populismo, Argentina regresa al

La calificadora global de inversiones y capital de riesgo Morgan Stanley Capital Internacional (MSCI) regresó a Argentina la categoría de “mercado emergente”, lo que permitirá que ocho empresas del país sudamericano —cuyas acciones cotizan en la bolsa de Wall Street—, puedan tener acceso a nuevos y mayores fondos de inversión privados.

La calificadora había anunciado la recategorización del mercado argentino en junio de 2018 y, desde esa fecha, se estimó con que el Gobierno de Mauricio Macri no aplicaría medidas que intervinieran en el control de capitales externos, situación que sí ocurrió durante la primera administración de Cristina Fernández de Kirchner (2007- 2011). De esta manera, el país dejará el rango de “Mercado Frontera”, estatus que identifica a las naciones en vías de desarrollo.

La nueva calificación, que comenzará a implementarse a partir del 28 de mayo, y en la que también se encuentran Brasil, Perú y Colombia, permitirá que fondos extranjeros que tenían vedada su inversión en acciones argentinas —dada su antigua categoría—, ahora podrán emplearlos en activos de empresas del país sudamericano que coticen en la bolsa de EU.

Entre las compañías, se encuentran el Banco Macro, BBVA Banco Francés, Globant, Grupo Financiero Galicia, Pampa Energía, Telecom, Transportadora de Gas del Sur, y la petrolera estatal YPF.

Hasta el año pasado, el banco de inversión JP Morgan había estimado que el cambio de categoría podría facilitar el ingreso a Argentina de al menos tres mil 800 millones de dólares, reportó El País.

El voto de confianza desde los mercados internacionales a la economía argentina ocurre poco antes de que el país reciba un nuevo apoyo por parte del Fondo Monetario Internacional (FMI), en medio de las nuevas medidas económicas aplicadas por el Gobierno.

Tras 12 años de populismo, el gobierno de Macri no ha podido sanear la golpeada economía argentina. La producción industrial cayó 13.4 por ciento durante el mes de marzo, la cotización del dólar trepó cerca de 10 por ciento, y se registró una inflación de 4.7 por ciento, en el marco de una fuerte caída del consumo, reporta el Instituto Nacional de Estadística y Censos.