El relevo presidencial en Estados Unidos ha iniciado, los hombre y mujeres que aspiran a sentarse en el escritorio la Oficina Oval están en plena competencia, todos revestidos de esperanza e ilusión, pero hay uno de ellos con la experiencia y la estrategia para hacer realidad su sueño, muy a pesar de nosotros los mexicanos y ese es, Donald Trump.
La actual fortaleza de la economía de Estados Unidos es sin duda, un aspecto fundamental para los votantes en el momento de mostrar su preferencia política, pero sobre todo para su tranquilidad económica futura. Un segundo aspecto, es la confusión actual en el partido demócrata, donde día a día se suman más aspirantes y, bueno ni que decir que, en este primer trimestre del año, el mismo aspirante republicano ha recaudado por lo menos 30 millones de dólares.
Los factores económicos incluidos los ingresos, las nóminas y, el PIB se utilizan ampliamente para predecir los resultados electorales y, hasta hoy todos han mejorado desde que el hombre del gran copete asumió el cargo. La economía está conformada por “espíritus animales”. Un shock positivo o negativo de confianza provocan que se invierta y consuma más o menos, lo que afecta directamente al crecimiento económico.
Una economía fuerte debería ayudar a las posibilidades de reelección del presidente. Los expertos políticos han desarrollado una serie de modelos electorales durante varios años que se basan principalmente en variables económicas para predecir el voto popular bipartidista.
Los demócratas están por sumar 21 aspirantes a la candidatura presidencial de esta larga lista destacan nombres como del senador; Bernie Sander, el ex-vicepresidente Joe Biden, el sorprendente Beto O’Rourke y el ex-secretario de vivienda Julián Castro, entre otros.
Más de 10 sondeos en Estados Unidos, dan amplia ventaja a Biden con 31.2 por ciento, el porcentaje promedio de todas las encuestas según Real Clear Politics, seguido por Bernie Sanders con 21.7 por ciento, Beto O’Rourke con 8.3 y, la senadora Elizabeth Warren con 5.7 por ciento, mientras que el único latino que figura es Julián Castro con un alejado 1.3 por ciento.
El dinero, es como en toda competencia política estadounidense un factor que puede ser definitorio, aquí el actual presidente Donald Trump también lleva ventaja ya que, no sólo suma lo por él mismo recaudado, sino lo conseguido por el partido Republicano y el comité de campaña del candidato Trump.
De los 44 presidentes que ha habido hasta antes del actual, 28 sólo han estado cuatro o menos años al frente del gobierno de los Estados Unidos, nada podemos adelantar, sin embargo, las tres claras señales que acabamos de ver arrojan un nombre: Donald Jhon Trump y, los berrinches y caprichos seguirán para el infortunio de muchos.
•Doctora en Relaciones Internacionales
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