POR REDACCIÓN
El presidente de EU, Donald Trump, anunció ayer que el escurridizo líder del Estado Islámico (EI), Abu Bakr al Baghdadi, murió “como un perro” en una operación nocturna
de las fuerzas especiales de Estados Unidos en el noroeste de Siria.
En un discurso televisado desde la
Casa Blanca, Trump detalló que las fuerzas estadounidenses mataron a un “gran número” de militantes del EI
y acorralaron a Al Baghdadi en un túnel, en el que éste detonó un chaleco suicida.
“Él detonó el chaleco y se suicidó.
Murió después de encontrarse en un
túnel sin salida, gimiendo y llorando y gritando todo el tiempo”, detalló el mandatario, quien afirmó que tres de los hijos de Al Baghdadi murieron en la explosión.
Las fuerzas especiales “ejecutaron
una incursión nocturna peligrosa y audaz en el noroeste de Siria y cumplieron su misión con gran estilo”, añadió.
El asesor de Seguridad Nacional
de Trump, Robert O’Brien, explicó el dramático mensaje que recibieron el presidente y sus asesores mientras supervisaban la redada desde la Sala de Crisis de la Casa Blanca.
“El comandante de la misión llamó
y dijo ‘100 por ciento seguro’ que Al Baghdadi estaba muerto”, dijo O’Brien en NBC. “Esa fue una gran noticia para nosotros”, manifestó.
En su apogeo, el EI controlaba franjas de Irak y Siria en un Estado autodeclarado califato, caracterizado por
la brutal imposición de una versión puritana del Islam.
Además de oprimir a las personas
bajo su control, el EI planeó o inspiró ataques terroristas en todo Europa, mientras utilizaba su experiencia en las redes sociales para a atraer un gran número de voluntarios extranjeros.
La muerte de Al Baghdadi es un gran
impulso para Trump, cuya abrupta decisión de retirar un pequeño pero efectivo contingente de fuerzas estadounidenses de Siria provocó temores de una posible reagrupación del
EI y le granjeó una andanada de críticas, incluso de su generalmente leal Partido Republicano. La noticia de la redada fue elogiada por varios líderes mundiales.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, afirmó en Twitter que era “un
punto de inflexión en nuestra lucha conjunta contra el terrorismo”.
El primer ministro británico, Boris
Johnson, calificó la operación como “un momento importante en nuestra lucha contra el terrorismo”, pero advirtió que ese combate “aún no ha terminado”.
Pero Rusia planteó dudas sobre la
muerte del líder del EI. “El Ministerio de Defensa no tiene información confiable... sobre la enésima ‘muerte’ de Al Baghdadi”, dijo el portavoz Igor Konashenkov en un comunicado.
La muerte de Al Baghdadi ha sido
reportada en varias ocasiones. Sin embargo, Trump descartó las dudas. Si bien “no quedaba mucho” de Al Baghdadi, las pruebas de campo de su ADN confirmaron su identidad, dijo.
Según indicó ayer el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos
(OSDH), comandos estadounidenses fueron dejados por helicópteros en la provincia de Idlib (noroeste sirio), en una zona donde se encontraban “grupos cercanos al EI”.