Turbulencia en el sector aeroespacial por Covid

Con el arranque del siglo la atracción de cinco estados con la capacidad para desarrollar una industria que facturó el año pasado 9.5 billones de dólares (americanos) fue notoria a escala mundial. Para 2015, Chihuahua, Sonora, Baja California, Nuevo León y Querétaro se plantearon, a través de clusters manufactureros y formación de cuadros de ingenieros, atraer gran parte de los pedidos del mercado de partes y componentes aeronáuticos.

“Cada dos segundos despega en el mundo una avión con turbinas desarrolladas por ingenieros e ingenieras mexicanas, muchos de ellos orgullosamente chihuahuenses”, afirmó María Eugenia Campos Galván, alcaldesa de Chihuahua a finales de febrero pasado, antes de que la crisis global por la pandemia del Covid-19 frenara la actividad económica del país y diera un duro golpe a la aeronáutica mundial.

El antes de la industria era ocuparse de los proyectos para atraer más ordenes de compra hacia las veintena de ciudades, en los cinco estados donde principalmente se ha desarrollado la industria aeronáutica mexicana.

Después de la “etapa oscura”, así le llamo, dice en entrevista para ContraRéplica, Xavier Hurtado, director de Programa de Desarrollo de Proveedores de la Federación Mexicana de la Industria Aeroespacial (Femia), vienen oportunidades que no estaban, y también llegan con el nuevo tratado comercial de Norteamérica, T-MEC.

“Serán unos próximos 18 meses complicados en lo que nos recuperamos y atraemos las órdenes de compra. Pero tenemos una gran oportunidad, en la industria tradicional de Estados Unidos y Europa el promedio de sus técnicos e ingenieros tienes 55 años o más, y a principios de la pandemia, ya EU tenían un faltante de 500 mil técnicos e ingenieros”, ahí es donde entra la oferta mexicana, afirma Hurtado.

Explica que es aplaudible el esfuerzo comercial que esos países han hecho por años, “porque tienen contratos hasta para 22 años, pero les quedan ingenieros para cinco, cómo le van a hacer los próximos años”, esa es la oportunidad para México.

“Estamos en ese proceso de tener ese capital humano, en 2013 arrancamos en Chihuahua donde se plasmó la visión de preguntarnos que necesitamos para sacar un avión ensamblando desde México, y tomamos dos modelos, un equipo comercial y otro militar… se hizo un retrato de lo que había y no lo que no. Se pensó en dónde 2023 en dónde se debía estar en 2023.

“El estudio se presentó a la Secretaría de Educación Pública y se trajeron experiencias del exterior, se conjuntaron los esfuerzos y para no crear infraestructura nueva se ocupó la de los Conalep y se logró un apoyo de 10 millones de pesos para capacitar y equiparlos recuerdo a los requerimientos de la industria.

“Se hizo un seguimiento de los egresados y las rotaciones que requiere la industria, ya se está graduando la sexta generación y continuamos con el programa y ya vemos a replicarlo en Querétaro, por ejemplo”, explicó el especialista.

Durante los meses de mayor afectación hubo empresas que se quedaron con dos compradores, y hoy ya tienen 10 por que han sumado a la demanda creciente de la aviación militar. “Además tenemos ordenes de compra de empresas de energía eólica que buscan al que tenga la capacidad de fabricar hélices cuyo principio es el mismo al de la aeronáutica.”

“Viene también el tema de los drones este año, el tema militar se acelera, y el comercial se detuvo un poco pero se recupera con el recorte de pedido, y la aviación civil, donde hay privados que están comprando aviones en remate para transportar a empresarios que no quieren viajar en aviación comercial”, explica Hurtado.

Hubo zonas que bajaron su operación al 80% y hasta por completo. En el lapso obscuro así nos pagó, ahora regresan y el impacto general será de 40% a nivel ensambladoras. Al nivel de proveeduría puede ser mayor.

Vamos a empezar a traer pedidos de la industria militar y ablandarles el camino a los que quieran incursionar en este segmento.

La oportunidad es para quien esté listo.

Otra oportunidad es que ahora solo 2% de la industria cuenta con integración nacional (productos mexicanos) y el objetivo es que se cuente con un 20%. Además de que se para México significa que podemos crecer al 20% la integración nacional, es la oferta de valor que se aportará.

“Somos un país que hacemos los componentes con los planos y diseño, necesitamos desarrollar un músculo inverso; es decir, que desarrollemos ingeniería, planos, proyectos. Necesitamos la transferencia de conocimiento de los ingenieros que ya se van a retirar en EU y Europa para que aquí haya desarrollo y diseño”, explicó el directivo de Femia.

Antes del Covid-19 la industria reportaba un promedio de crecimiento de 14 por ciento anual, que se sostuvo durante varios años. “En la aviación comercial, hasta 2019, el tiempo de espera para atender la demanda era promedio de nueve años, en el mundo las aerolíneas con sus Boing y Airbus (que son el 90% del mercado), llegaban con pedidos por 100 aviones y se tomaban para entregar en 2030, por ejemplo”.

En México se trabaja con unas 400 empresas especializadas, a las que se suman otras 300 proveedoras que se han ido profesionalizando en la industria aeronáutica, y se participa desde el armado de alas y turbinas, hasta revestimiento e interiores.

Son 5 regiones fuertes en Baja California, Chihuahua, Sonora, Nuevo León y Querétaro donde se ha asentado la industria. A nivel ciudades, son Tijuana, Mexicali, Hermosillo, Guaymas, Nogales, Chihuahua, Monterrey y Querétaro, las que tienen la mayor concentración aeroespacial del país.

El impacto del Covid-19 “puede durar 18 meses… la gente no está viajando, hay impacto en varias aerolíneas, hay cancelaciones de órdenes, aunque no se deja de surtir, aun así hay que hacer fila”, señala Hurtado.

El empresario señala que los que compraban a China, al cierre de ese mercado se dieron cuenta que debía tener una segunda opción y ahora la están viendo en México, “FEMIA ya los buscó y tiene localizados a los que pueden atender la demanda”.

“Estamos buscando los mecanismos para que las empresas mexicanas soporten hasta un año del proceso financiero para atender los pedidos.”