Un policía violó a una mujer, eh

Un silencio estruendoso. Así que vale la pena recordar que, hace una semana, un agente de la SSC fue detenido por violar a una mujer en una oficina de la propia Procuraduría General de Justicia de la CDMX. Ella fue a pedirle ayuda, pero él abusó de ella sexualmente, según la acusación.

El policía, vestido de civil y sin insignias, estaba encargado de recibir en la barandilla del Ministerio Público las denuncias de la ciudadanía en la Coordinación Territorial 3, Fiscalía Desconcentrada Alcaldía Cuauhtémoc, en la calle Peralvillo, la colonia Morelos.

La joven llegó a las 18:50 horas a evidenciar una situación de amenazas. La atendió el agente, quien le tomó sus datos personales y le pidió pasar a una oficina, donde le incrustó la cara contra una pared, la sujetó de los brazos y abusó de ella sexualmente.

“Me dijo que no gritara, que tenía mis datos personales, sabía dónde vivía y si decía algo me iba ir a buscar”, relató la joven, quien después de ser violada sobre un tapete de yoga, denunció al agresor allí mismo ante una MP mujer. El policía está preso. Hoy le informan si es vinculado a proceso.

En estos momentos, se encuentran otros tres policías en prisión por participación en casos similares: uno por violar a una menor de edad en el baño de un museo en el Centro Histórico, y dos que subieron a una joven a una patrulla, la llevaron a un hotel de paso y la violaron.

Estos casos ilustran una situación de emergencia nacional: cada día, las fiscalías estatales reportan al Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública 34 violaciones a mujeres. Es decir, siete mil 734 de enero a julio, 7.4 por ciento más que igual periodo de 2018.

Tan grave es, que al número telefónico de emergencia 911 son recibidas, cada 24 horas, un total de 14 llamadas vinculadas a incidentes de abuso sexual, 20 a hostigamiento y acoso sexual, 10 por violación sexual y mil 198 a peticiones sobre actos de violencia familiar contra mujeres.

Y, entre lo peor, figura el testimonio de la joven violada en la estación de Peralvillo: “Quedé en shock. No podía creer que eso estuviera pasando en la misma agencia donde acudí a denunciar”.

Además de la saña, después de haber sido violada: “Me dijo que le diera un beso a su pene… que me despidiera del pene”.