Una Realidad

La primera vez que se jugó un mundial de balompié de mujeres fue en 1991 y fue nuestro país vecino quien se llevó la victoria, a partir de allí, cada cuatro años se reúnen las mejores jugadoras de este deporte de cada país.

En los años 1991,1999, 2015 y 2019 son donde han reinado la escuadra estadounidense, le sigue Alemania con dos campeonatos y uno que se llevó Japón en 2011.

Mi pasión y gusto por el futbol, e ir viendo el avance en la categoría femenil, es una maravilla. Confieso que aunque deseaba que se abrieran las puertas el apoyo al talento de las mujeres en las canchas, pensaba que nunca iba a ser posible.

Recuerdo que por ahí del año 2000 veía a una selección mexicana que entrenaba y entrenaba, que viajaba a todas partes, pero no ganaba nada. Hoy los tiempos han cambiado y la visión masculina sobre el talento de la mujer en las canchas, también.

La edición de este mundial que se llevado a cabo en Francia, nos mostró un nivel técnico, una estética visual y mucho talento por parte de las jugadores de las 24 selecciones que estuvieron presentes y se jugaron el todo por el todo en cada juego.

He elegido esta foto tomada por el fotoperiodista suizo, Denis Balibouse, como un sello de evolución en el futbol femenil y en su entorno. Si bien, no es la mejor o más vibrante imagen de la victoria de un equipo como Estados Unidos, que fue liderado por sus jugadoras estrella, Alex Morgan y Megan Rapinoe.

Lo que tiene esta captura es una visión completa, que muestra el estadio Groupama, en Lyon, Francia, con más de 50 mil asistentes para apoyar a las escuadras finalistas, Holanda y Estados Unidos.

Lo veo como una imagen que desde mucho tiempo antes se aspiró a lograr.

Con un peso histórico, porque así comenzamos las mujeres a unirnos para salir a la cancha y jugar futbol, así se reúne el equipo al iniciar el juego para escuchar las palabras de la capitana o del cuerpo técnico para insertar la motivación y la dosis de adrenalina antes de arrancar.

Hoy esta foto es monstruosa por su significado. Cientos de miles de personas vieron el juego; es decir, ahora sí el Mundial de Futbol Femenil de la FIFA fue un evento deportivo que mostró protagonismo, incluso contra los torneos masculinos.

Retomo las palabras de la delantera Alex Morgan después del triunfo: “No creo lo que estoy viviendo. Es increíble haber conocido a todas las personas que participan en este grupo. Tenemos a todas nuestras familias y amigos aquí. Es surrealista. No sé cómo sentirme ahora. Es ridículo”.

Y es que es cierto y totalmente válido. Más allá de las oportunidades de género, el deporte no es más o es menos si lo juegan unos u otros, se distingue y se aplaude el esfuerzo y la capacidad de pelear en equipo o de manera individual por un triunfo.

Aunque, les recuerdo que la selección femenina ha llevado a tribunales una demanda contra la liga estadounidense US Soccer por desigualdad salarial, con respecto a la selección masculina.

Hay que aplaudir a la directora técnica, Jill Ellis, de 52 años, fue quien llevó a Naeher, O’hara, Dahlkemper, Sauerbrunn, Dunn, Mewis, Ertz, Lavelle, Heath, Morgan y Rapinoe a su bicampeonato.

Esta foto es histórica.

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