En el Instituto Electoral de la Ciudad de México (IECM) no solo organizamos elecciones, promovemos la cultura democrática a toda la población que habita en esta ciudad, estando atentos a las opiniones de las y los ciudadanos sobre lo que piensan acerca de su entorno y sus necesidades, construyendo ciudadanía, contribuyendo con la gobernabilidad democrática.
Sin embargo, el diagnóstico que arrojan ejercicios y encuestas cívicas sobre la calidad de vida de la Ciudad de México no son nada alentadores y suponen desequilibrios en el balance de la convivencia y bienestar social.
Un fenómeno está presente en nuestra ciudad: la polarización social. Se trata de una agenda pendiente de abordar por la ciudadanía, para reconstruir el tejido social a través del diálogo y la diversidad de opinión, la exigencia a la autoridad y la participación.
Con el objetivo de ofrecer a la sociedad capitalina un panorama sobre el estatus de la cultura cívica, política, democrática y de la legalidad en nuestra entidad federativa, en el IECM elaboramos el Informe sobre Cultura Cívica en la Ciudad de México 2017. Denominado también Informe Cívico Chilango y tuvo como propósito poner a disposición de diversos públicos, elementos de análisis relacionados con ese conjunto de valores, prácticas y costumbres que está arraigado a la sociedad, a efecto de detectar áreas de oportunidad, atenderlas y con ello potenciar una convivencia cívica más profunda, como parte de un proceso permanente de construcción de ciudadanía.
Por ejemplo, el 59 por ciento de los encuestados consideró que la Ciudad de México está estancada en cuanto a los resultados ofrecidos por sus gobiernos; en tanto que un 26 por ciento advirtió que está en retroceso; un 13 por ciento ve que sí está progresando, mientras que un 2 por ciento no sabe.
Existe desconfianza en cuanto a la cultura de la legalidad, las instituciones que menor confianza inspiran son los partidos políticos, los diputados y los gobernantes. Mientras que los actores sociales que mayor confianza generan en la ciudadanía capitalina son la familia, los amigos o los vecinos.
Un diagnóstico más de nuestra ciudad lo encontramos en la Consulta para Niñas, Niños y Adolescentes. En 2018, las y los menores de 6 a 17 años de edad de 10 de las 16 demarcaciones territoriales de la Ciudad de México coincidieron en que el principal problema que perciben en sus colonias es la inseguridad.
Nos enfrentamos a un escenario de incertidumbre social que exige grandes cambios en la forma de operar de nuestras autoridades. Es de vital importancia atender la problemática presente en diferentes ámbitos: la desconfianza de la ciudadanía hacia las acciones de gobierno, las instituciones, en la democracia como forma de gobierno y en las relaciones entre la sociedad misma.