Universidad Nicolaita en quiebra por desfalco

POR LUCIANO FRANCO

Licencias irregulares con goce de sueldo a trabajadores y directivos, incumplimiento de liquidaciones por término de relaciones laborales, estímulos económicos ilegales a empleados de confianza, pagos excesivos de vacaciones y de horas extras, tienen al borde del colapso financiero a la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, mejor conocida como la Universidad Nicolaita.

▶ Sin embargo, esta situación no es exclusiva de esta institución de educación superior que encabeza el rector Raúl Cárdenas Navarro, sino que se repite en prácticamente todas las universidades públicas del país, especialmente en nueve de ellas que, junto a la michoacana, enfrentan una grave crisis, que en diciembre pasado tuvo a las 10 al borde de no poder pagar siquiera salarios y aguinaldos.

En 2017, la Auditoría Superior de Michoacán y la ASF, presentaron un total de 13 observaciones que acumulan un monto de 260 millones de pesos, seis de las cuales corresponden a presuntos malos manejos de recursos, y entre las que destacan la emisión irregular de cheques por cerca de 1 millón de pesos.

De esos 260 millones involucrados en posibles irregularidades, 153 millones 485 mil pesos no tienen aún una explicación sobre su paradero, en tanto que 79 millones 749 mil pesos son susceptibles de recuperar, mientras que el resto, poco más de 23 millones, fueron solventados en las revisiones correspondientes.

Nicolaita recibió un presupuesto federal, en 2017, de 2 mil 39 millones 728 mil pesos, de los cuales la ASF)w, revisó 1 mil 595 millones 175 mil pesos, equivale tres al 78.2 por ciento del total de esos recursos, con una evaluación promedio bajo, de apenas 31 de 100 puntos a considerar.

De la revisión, se halló un probable daño a la Hacienda Pública Federal por 936 mil 325 pesos, por haber realizado “pagos a prestaciones no ligadas al salario” a funcionarios y trabajadores a través de su respectivo contrato colectivo de trabajo, entre ellos diversas erogaciones de “estímulo por confianza”, que no se encuentra en el contrato colectivo.

Entre otras, la ASF presume daños al erario federal por diversos montos, uno de ellos por 951 mil 116 pesos, más otro de 102 mil 570 pesos por una erogación de un “concepto no autorizado en el Convenio Marco de Colaboración para el Apoyo Financiero, ni en el anexo de ejecución”.

Además, hay otras irregularidades por 80 millones que tienen que ver con las aportaciones estudiantiles, como pagos recibidos, memorandums, titulaciones e inscripciones voluntarias, entre otros.

De igual forma, la Universidad realizó pagos improcedentes por 15 millones 448 mil pesos a 52 trabajadores con licencia de año sabático, sin que hubiera las solicitudes correspondientes, ni los planes de actividades a desarrollar en esos periodos, y menos los informes de las actividades.

Al igual que Nicolaita, hay otras nueve universidades públicas —Chiapas, Estado de México, Morelos, Nayarit y Oaxaca, además de Sinaloa, Tabasco, Veracruz y Zacatecas—, se encuentran en esa crítica situación debido a sus propios adeudos, recortes presupuestales, pagos indebidos a prestaciones salariales, autorizaciones ilegales de años sabáticos, y transferencias de recursos federales a cuentas no autorizadas.