Aveces es tiempo de salir
de la rutina visual, del bombardeo informativo de las redes sociales, y aunque el trabajo de grandes fotoperiodistas siempre se aprecia, vale la pena echar el ojo también a otro tipo de fotografía que nos haga tener paz y sobre todo nos provoque ser más creativos a la hora de trabajar.
En la vida hay que hacer lo que nos
gusta o lo que nos apasione, porque así cuando se convierte en trabajo, terminamos ignorándolo, al menos es la teoría.
Sin duda, me queda claro que pocos
tenemos la fortuna de hacerlo.
Un caso así es el de la fotógrafa Elke
Vogelsang, de origen alemán, quien se ha especializado en retratos de mascotas para distintas marcas comerciales.
Sus fotografías aparecen en múltiples campañas de publicidad del otro
lado del mundo, y ha publicado en revistas como National Geogrpahic, The Sunday Times Magazine, Black+WhitePhotography y The Daily Telegraph.
Ha expuesto en Lisboa, San Anselmo,
Singapur y París, y también es autora del libro Nice Nosing You, en 2015.
Fotografiar perros o gatos es una
aventura muy similar a la de fotografiar niños, porque hay que tener paciencia, si presionas para que posen, es posible que ni uno ni otro se comporten frente a tu lente, y por supuesto si no les ofreces un ambiente de confianza, también es muy factible que tu sesión sea un tremendo fracaso.
Lo digo con conocimiento de causa,
hace muchos años cuando tenía mi estudio de foto en Monterrey, comencé a ofrecer sesiones breves con mascotas y fue cuando me di cuenta, que también para ellos hay que ofrecer el servicio completo, de adecuar el espacio para que en algún momento puedan marcar su territorio orinando o no, porque pues son animales, y eso tampoco podemos controlarlo del todo.
El trabajo que hace Elke es muy completo e innovador. No solo es el buen
manejo de luces y de control en su estudio, sino la interacción que logra con los perros y gatos, aunque solo me enfocaré en los primeros porque son los que más ha fotografiado y los que más me gustan.
A veces utilizar un lente angular para
distorsionar las narices conforme más se acercan, o un 50mm muy luminoso, hace que el modelo perruno que te pose, salga espectacular.
La cosa es que te miren, o que el
segundo en el que sacan su lengua o hacen algún tipo de gracia, des el click adecuado y congeles la imagen justo en el momento exacto.
Más allá de lograrlo, Elke le inyecta
muy su estilo, como en la foto que vemos aquí publicada. Ha hecho una serie en donde les coloca algún tipo de manta a los perros, dándoles una personalidad distinta, fuerte, temerosa, propia casi de cualquier ser humano.
Como todo retrato, el poder está en
la mirada, así sea de perros, gatos, hombres, mujeres o niños. La atención que logramos captar de nuestro fotografiado se refleja allí.
A veces hay que apostar por romper
las poses ordinarias para hacerlas extraordinarias, y para ello no necesitamos mucho más que añadir un extra.
Por eso decidí mostrarles el trabajo
de esta alemana, porque con una simple manta, dejó al descubierto la personalidad de un perro valiente como este.
Tw: @lauragarza
Instagram: @lauragarzag
Web: www.lauragarza.com