Ciudades
CARLOS JIMÉNEZ
Los hallaron con más de 100 litros de combustible almacenado en un taller mecánico de la alcaldía Gustavo A. Madero. Lo tenían en contenedores y en botellas de refresco. Lo estaban vendiendo al público como cualquier otra cosa. Y aunque la policía capitalina los arrestó, de nada sirvió: el Ministerio Público no quiso recibirlos, el personal de la demarcación no quiso ir al lugar y al final, aquellos dos regresaron a su negocio.
Todo sucedió el sábado, al mediodía en la zona de Cuautepec. Agentes de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) recibieron la denuncia de que en un centro de servicio un hombre y su hijo de apenas 13 años estaban vendiendo gasolina.
Quien llamó reportó que tenían en depósitos y recipientes de agua y refresco rellenas de combustible. Pidió ayuda a los uniformados pues temía que pudiera suceder algún accidente que provocara que todo estallara.