POR LUCIANO FRANCO
Las leyes secundarias de la Reforma Educativa reconocen a
los maestros, por exigencia de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), “su experiencia” y premian “su compromiso” con la sociedad con la que trabajan.
En la Ley General del Sistema
para la Carrera de las Maestras y los Maestros se deja abierta la posibilidad de que los líderes magisteriales autoricen las “comisiones” que tenían y les permitan realizar tareas de carácter político y sindical con goce de sueldo; además, la legislación no señala en qué consisten los “reconocimientos” a los maestros.
La Reforma Educativa anterior,
que con estas leyes secundarias quedó finalmente liquidada, contempló apenas en una primera etapa, en 2016, a cerca de dos mil 500 maestros “comisionados”, algunos de los cuales nunca se pararon frente a un grupo de alumnos.
Entre los logros alcanzados por
la CNTE se encuentra el mantenimiento de “los estímulos otorgados bajo las reglas del Programa de Carrera Magisterial y del Programa de Promoción en la Función por Incentivos en Educación Básica”.
De igual forma, “para propiciar
el arraigo escolar de los docentes en zonas de alta pobreza o de marginación, alejadas de las áreas urbanas, se establecerán incentivos económicos superiores en los niveles de la promoción horizontal”.
Y aunque estos recursos tampoco cuentan en estas leyes con
un sustento financiero, se señala en dicha ley que “todos los niveles de incentivo del programa que obtenga el personal docente, técnico docente, asesor técnico pedagógico, directivo y de supervisión, serán objeto de refrendo”.