El exárbitro, Adalid Maganda, comenzó su huelga de hambre en una de las puertas de la Federación Mexicana de Fútbol, hecho que cumplió si no llegaba a un acuerdo con la Comisión de Arbitraje.
Maganda instaló un campamento, donde señaló que no se moverá del lugar, hasta que se hagan valer sus derechos y de manera contundente, responsabilizó a la Femexfut de lo que pudiera pasarle.
El caso, que fue llevado a Conciliación y Arbitraje, el acapulqueño recibió una oferta para que pitara en la Segunda División, sin embargo, él considera que debe dirigir en el máximo circuito.
Por ello, la Comisión de Arbitraje que dirige Arturo Brizio decidió despedirlo por bajo rendimiento, sin embargo, Maganda reitera que fue todo fue un acto racista de Brizio y sus colaboradores.
Imagen: @AdriMaldonadoL