Nación
POR LUCIANO FRANCO
Pese a que la Guardia Nacional tendrá un mando civil desde su creación, la operatividad y su estructura estarán a cargo de las Fuerzas Armadas, lo que le hace mantener un sesgo militar que, infructuosamente, intentaron arrebatarle la oposición, los organismos defensores de los derechos humanos y las organizaciones civiles.
El propio Presidente Andrés Manuel López Obrador reconoció ayer la presencia militar en esa nueva institución, cuya eventual aprobación será llevada hoy al pleno de San Lázaro.
En el dictamen permanecen disposiciones como que la Defensa Nacional “dispondrá lo necesario para que la estructura jerárquica, disciplina, régimen de servicios, ascensos, prestaciones, ingreso, educación, capacitación y el cumplimiento de las responsabilidades y tareas estén homologados a los que se aplican en el ámbito de la Fuerza Armada permanente”.
Todavía la tarde de ayer la mayoría de Morena y sus aliados no lograban convencer a la oposición sobre los cambios al dictamen. Se espera hoy un intenso debate al interior y afuera de la Cámara de Diputados. El PAN, PRI y PRD podrían votar en contra.