Columnas
Como lo he subrayado y reiterado en este espacio, el nuevo Gobierno de la República nos ha hecho repensar muchas de nuestras ideas fijas o preconcebidas sobre múltiples temas y ha hecho que discutamos eventos y hechos que antes no suscitaban ninguna clase de polémica. Es el caso del Paquete Económico, que se encuentra integrado, básicamente, por la Ley de Ingresos (que aprueban tanto la Cámara de Diputados como el Senado) y el Presupuesto de Egresos (que vota exclusivamente la Cámara baja).
En gobiernos anteriores suscitaban polémica únicamente algunos rubros: un recorte a cultura, una reducción del gasto a educación, alguna disminución aislada de un programa social. Se discutía unos días, los diputados usualmente corregían y se terminaba el debate.
En lo personal, desconozco los detalles del tema presupuestal. No conozco a fondo cómo se elabora la predicción de una cuenta corriente, de una balanza comercial u otros factores de la política económica, aunque tengo algunas nociones sobre su función en la economía nacional.
Pero lo que es incontrovertible es que a través de esta herramienta se pueden conocer las prioridades de un gobierno. A lo que no se le invierte o en donde no se gasta no es, evidentemente, un tema de relevancia para el Gobierno. En cambio, ahí donde encontramos grandes asignaciones o crecimientos exponenciales de un año a otro podemos entender que hay una clara apuesta gubernamental.
El presupuesto presentado el sábado pasado ante el Congreso de la Unión ha suscitado múltiples críticas, de un lado, y numerosos aplausos, del otro. Unos critican los excesivos recortes; otros celebran la austeridad programada; unos señalan el aumento desproporcionado a ciertas secretarías; otros festejan que se ponen por delante las prioridades del país.
En esta columna, quisiera proporcionarle al lector algunos de los números y cifras más relevantes que he encontrado a raíz del debate generado en las redes en estos días.
La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales es la que se ve más afectada por los recortes. Pierde 32 por ciento de sus recursos del año pasado al presente. Le siguen la Comisión Reguladora de Energía, la Comisión Nacional de Hidrocarburos y, sorpresivamente, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural.
¿Cuáles fueron las Secretarías más beneficiadas? La Defensa Nacional, la nueva Secretaría de Bienestar, Turismo, la Secretaría de Trabajo y Previsión Social (¡crece a 932%!) y la Secretaría de Energía (¡961%!).
El lector verá de manera muy clara cuáles son las prioridades en el gasto del próximo Gobierno; es decir, sus prioridades políticas. La protección de los recursos naturales puede esperar. La regulación del mercado energético también. Primero se buscará fortalecer a la Guardia Nacional, impulsar el proyecto Jóvenes Construyendo el Futuro (Secretaría de Trabajo) y “recuperar la soberanía nacional”. Al tiempo.