Atentan contra Norberto al estilo de la mafia

CARLOS JIMÉNEZ

Los hombres que intentaron entrar a casa del cardenal Norberto Rivera la tarde del domingo, llevaban camionetas con placas sobrepuestas para evitar ser rastreados por las autoridades.

Así lograron que durante las primeras horas, los agentes de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) y de la Procuraduría de Justicia capitalina (PGJ) buscaran las unidades equivocadas.

▶ ContraRéplica obtuvo las imágenes captadas por cámaras de seguridad de la casa del arzobispo. En ellas se aprecia que fue a las 15:01 cuando llegó el hombre con un sobre en las manos.

A las 15:02 ya estaba un cómplice armado apuntando a quien les abrió la puerta y tratando de entrar.

No pasaron ni cinco segundos cuando se les ve salir corriendo de la casa. Atrás de ellos sale un escolta disparando.

De acuerdo con las autoridades, en un principio, los agentes buscaron una camioneta Nitro y una Explorer, pues las placas que tuvieron a los pocos minutos de la agresión, eran de esas unidades.

Sin embargo, tras hacer un análisis en sus bases de datos y los seguimientos a las cámaras de la ciudad, descubrieron que no eran de esos vehículos. Las camionetas que usaron los delincuentes eran una RAV4, pero llevaba sobrepuestas las placas NCV6954, de una camioneta Nitro; y una Volvo verde con placas MXB4933, que en realidad pertenecían a una Explorer.

Tras hacer el seguimiento, las autoridades supieron que los delincuentes estuvieron en la colonia Guerrero y finalmente huyeron a la zona del Estado de México.

Desde la tarde del domingo en que se produjo este tiroteo, sabían que al menos uno de ellos estaba herido. Y es que, al intentar ingresar con un sobre, se enfrentaron a tiros con los escoltas del cardenal.

En el piso quedaron al menos 17 casquillos regados. También aquel sobre amarillo al que les escribieron la dirección.

El agente José Hernández quedó tendido en el piso, sin un zapato. Sangraba, tenía tres balazos. Poco después murió en el hospital.

El hampón herido huyó junto con sus cómplices, pero sólo unas horas después fue abandonado por ellos mismos en el Hospital de Lomas Verdes.

Por la noche, llegaron al nosocomio su mamá y su medio hermano. Dijeron que querían ver a alguien al que llamaron José Luis González González, pues les avisaron que estaba herido.

Al investigarlos, terminaron aceptando que ese no era su nombre. Dijeron que en realidad aquel sujeto se llamaba Pavel “N”, que tenía 33 años de edad, vivía en San Luis Potosí, y su esposa era de la colonia Progreso Nacional.

No solo eso, la madre del sujeto, llamó por teléfono a alguien y le contó que estaba herido “por andar robando otra vez”. La misma noche del domingo tanto la madre como el medio hermano fueron detenidos por ofrecer dinero a los agentes para cambiar el nombre del herido.

Mientras este sujeto quedó bajo resguardo de agentes de la PGJ, otro grupo de elementos buscaba ya a sus dos cómplices. Anoche el procurador Edmundo Garrido dio a conocer los retratos hablados de este par de hombres. Tienen entre 30 y 35 años, ambos usaban lentes y uno llevaba un gorro.

Se dio a conocer que al sujeto herido lo abandonaron en el área de abastecimiento de servicios del hospital.

Poco después, compañeros del agente y el propio secretario de SSP capitalino, Raymundo Collins, le rindieron un homenaje. La misa la ofreció el cardenal Norberto Rivera.