Nación
La Guardia Nacional sufrirá cambios sustanciales en su estructura y funcionamiento, derivados de las presiones opositoras, los organismos de derechos humanos y la sociedad civil, que lograron arrebatarle el mando militar y depositarlo en instancias civiles, y que se subordine al respeto y delimitación claros de las competencias en el ámbito federal, estatal y municipal en materia de seguridad pública.
De igual forma, obligaron a que en el propio dictamen se establezca con precisión la ruta de fortalecimiento de las policías y que quede plasmada la obligación de que la nueva corporación cuente con mecanismos de coordinación entre las policías y las instancias de procuración de justicia.
El cambio más importante radica en que la Guardia no estará en manos de la Secretaría de la Defensa Nacional, como plantea el dictamen, sino en una instancia civil que será la Secretaría de Seguridad.
Los cambios se derivan de las conclusiones de las Audiencias públicas realizadas por el Congreso la semana anterior, donde todos los partidos y organizaciones participantes coincidieron, además, en que deberán fortalecerse los mecanismos de control jurisdiccional y legislativo de este nuevo cuerpo de seguridad.
Hoy y mañana Morena tendrá acercamientos con la oposición para construir los acuerdos para que dichas modificaciones se hagan en el pleno, mediante propuestas de los distintos partidos. El miércoles inicia el periodo extraordinario de sesiones.
Luciano Franco