Cuando dejamos de ser espectadores

¿Qué cree que está pasando en esta fotografía? Le adelanto que son integrantes de la caravana migrante que se encuentra cruzando nuestro país durante su paso por la autopista Puebla. ¿Habrá comenzado una especie de prostitución dentro de la caravana? ¿Fue sólo un instante en el que la mujer casualmente se toca sus pompis? o ¿Se habrá ensuciado al momento de subirse a la caja del tráiler? ¿Por qué hay seis hombres observándola? Pero, ¿por qué la señora de un costado se tapa la boca con una servilleta?

Todo eso que usted pudo pensar, es gracias al poder de la imagen. La fotógrafa documentalista Nan Goldin, decía que al observar las imágenes no somos un simple espectador, sino que al final terminamos formando parte de la imagen, muchas veces sintiendo que estuvimos allí escuchando las risas, las sorpresas…

Esta fotografía tomada por Mireya Novo al margen de la cobertura a la caravana podría formar parte de una película de migrantes latinoamericanos. Muchos profesionales de la lente documentan lo que viven de manera visual para narrar la vida, la intimidad, los quereres, los desamores, las injusticias, la sexualidad o meramente para informar.

Dentro del fotoperiodismo y la fotografía documental está como valor principal mostrar la realidad, lo que en la existencia se respira, se observa y se vive.

▶ Esta imagen se vuelve controvertida por la posición y actitud de la mujer sobre la caja del tráiler. Una pose sugerente, sensual o meramente accidentada, pero que al cuestionarnos si fue una cosa u otra, nos convierte en espectadores y partícipes de lo que allí pasa.

Durante el paso de tantas miles de personas cruzando un país, recorriendo más de 3 mil y medio de kilómetros para llegar a suelo americano, los fotógrafos tienen la tarea y la obligación (personal y profesional) de salir a documentar lo que pasa entre hombres, mujeres y niños con tanta distancia por recorrer.

Si Mireya, fotógrafa de Cuartoscuro, hubiera tomado o mejor dicho, si hubiera elegido una imagen tomada un instante antes de que ella se tocara las pompas, perdería interés.

Pensaríamos que una mujer está arriba de una caja de tráiler y listo. Pero, si hubiera publicado (que quizá la tomó) un segundo después en el que la mujer se voltea totalmente dándole la espalda a los hombres y quizá la postura de ellos hubiera sido la misma de admirar su físico, también hubiéramos tenido otra buena escena.

Mientras estudié la carrera de comunicación aún viviendo en Guadalajara, tuve a un profesor que en la materia de investigación nos hacía énfasis en la importancia de capturar la cotidianidad de la gente.

Jaime Figueroa se llama, cuando todos, como buenos jóvenes imberbes, nos preguntábamos ¿y eso qué? ¿a quién le importa lo que los demás hagan en su día a día? Él nos dejaba de tarea salir a observar. Elegíamos un grupo social, nos reuníamos en grupos y salíamos a curiosear y a documentar. Así es con la fotografía documental que nos lleva a contemplar, analizar y capturar en imagen para poder compartirlo a los demás.

Documentamos para informar, para no olvidar, para hacer y dejar memoria, pero sobre todo, para que los que ven nuestro trabajo, dejen de ser solo espectadores y vivan lo que fotografiamos.

Y bien lo dice, Goldin: “Fotografiar la vida es como excavar en el peligro”. Así que más vale que sigamos capturando momentos.